Cierra la UE todo su espacio aéreo a los vuelos del Boeing 737 MAX 8
Más de 30 aerolíneas dejan de usar el nuevo modelo de la compañía de EE UU tras el accidente en Etiopía
La Unión Europea ha decidido este martes cerrar todo su espacio aéreo a los aparatos Boeing 737 MAX 8. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), con sede en Colonia (Alemania), ha tomado esta decisión después de que de 31 aerolíneas y más de una quincena de países —siete de ellos comunitarios—hayan decidido suspender temporalmente el uso de los aviones Boeing 737 MAX 8 tras el accidente de este domingo en Etiopía, en el que murieron los 157 ocupantes. La medida se hará efectiva a las 19.00 (hora de la España peninsular) de este martes. Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein se han sumado al veto, que también incluye el modelo 737 MAX 9.
Además, TUI, el mayor turoperador del mundo, anunció también este martes que suspendía temporalmente los vuelos de sus 15 Boeing 737 MAX 8. Así lo informo en Hannover (Alemania) un portavoz de la compañía alemana. La flota de TUI incluye 15 aparatos de este modelo bajo sospecha, que operan en el Reino Unido, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
Un aparato de este modelo perteneciente a la compañía Ethiopian Airlines se estrelló poco después de despegar de la capital etíope, Adís Abeba. Este es el segundo accidente de un Boeing 737-MAX 8 en cinco meses. El pasado octubre, un avión de la compañía Lion Air se estrelló en Indonesia y murieron 189 pasajeros.
Actualmente hay registrados más de 370 aviones de este modelo. De ellos, el 56% está en tierra por decisiones de las compañías aéreas. En la semana del 25 de febrero, este tipo de aeronave realizó más de 8.500 vuelos por todo el mundo, según la página web especializada en seguimiento de operaciones aéreas FlightRadar24.
Caída en bolsa de Boeing
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Los títulos del fabricante de aviones arrancaron la sesión en Wall Street con una caída de hasta el 12%, la mayor desde los atentados del 11-S en Estados Unidos. Los títulos de la firma estadounidense se apreciaban un 30% en lo que iba de año hasta el viernes, antes del siniestro. Tras el desplome de este lunes, ese incremento quedó temporalmente en la mitad y la compañía vio como en segundos se le evaporan 30.000 millones de capitalización bursátil.
Pese al batacazo, la firma sostiene que el avión es seguro para volar y en un comunicado insiste en que sobre la base de la información disponible no hay motivos para emitir nuevas directrices para operar la aeronave. El aparato es muy popular, especialmente entre las aerolíneas de bajo coste.