Cambian a Carrizo Springs El Tornillo
Trasladan personal inmigrantes a nuevo lugar
McAllen, Tx.- Uno de los hechos que sin duda marcó considerablemente el marco de inmigración local y puso a la región de el Valle del Río Grande, incluyendo a El Paso, en la cúspide a nivel nacional, fue la instalación del centro de detención para menores inmigrantes en Tornillo, Texas.
El centro es manejado interiormente por BCFS, (Baptist Child and Family Services), una compañía independiente que ha atendido a miles de damnificados de desastres naturales, desde el huracán Katrina hasta el reciente Harvey en Texas.
La instalación ‘hermana de Tornillo’, ha estado abierta por menos dos semanas, en la remota y pequeña ciudad de Carrizo Springs, a unas ocho horas de El Paso.
De acuerdo con medios nacionales, el centro está muy lejos de las sórdidas escenas de hacinamiento, suciedad y hambre que surgieron recientemente de expertos legales sorprendidos e incluso de los propios inspectores del Gobierno que habían visitado las estaciones de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Actualmente en el nuevo centro, se encuentran poco menos de 200 adolescentes de 13 a 17 años de edad, la mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador, quienes ingresaron a los Estados Unidos solos o fueron separados de los adultos que los acompañaron a través de la frontera.
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Tornillo por su parte, –cerrado a principios de enero del 2019 y también bajo el mando del Departamento de Salud y Servicios Humanos, (HHS)–, abrió operaciones durante los primeros días de junio del 2018, pero dando informe a los medios de su existencia el 13 de junio, con una población aproximada de 350 niños y niñas entre edades de 13 a 17 años.
Para el 25 de diciembre del 2018, había alrededor de 2 mil 300 niños en Tornillo, aproximadamente el 20 por ciento de los cuales eran mujeres, según datos de HHS.
Desde que se inauguró la instalación, alrededor de 6 mil 200 niños fueron alojados en Tornillo y uno 3 mil 900 han sido entregados a familiares o patrocinadores, de acuerdo con archivos periodísticos.
En Carrizo Springs, se espera que la cantidad de menores incremente a mil 300 en las próximas semanas, todos alojados en lo que el Gobierno denomina una “instalación de emergencia temporal”.
Carrizo Springs es una de las dos instalaciones en medio del epicentro de la migración. La otra, –ubicada en Homestead, Florida–, también es parte de los símbolos migratorios de la administración del actual mandatario estadounidense.
Muy similar a Tornillo, en este nuevo centro hay teléfonos para que los niños llamen a familiares o abogados de inmigración. También servicios médicos y de salud mental, clases de inglés, fácil acceso a duchas, jabón, pasta y cepillos de dientes, camas, aire acondicionado y un cuidado adecuado.
Sin embargo, sigue siendo un centro de detención con un extenso perímetro de malla ciclónica rematada con alambre de púas.
“La gente dice que este es un centro de detención porque los niños no son libres de irse, pero ¿a dónde irían?”, expresó al Washington Post, Kevin Dinnin, presidente y director ejecutivo de BCFS, mismo quien también dirigió por más de seis meses la instalación en Tornillo.
Carrizo Springs es una ciudad tranquila de 5 mil 800 residentes. A diferencia de la de la ubicación en Tornillo, la urbe más cercana es San Antonio, a dos horas de camino por la carretera 35 de Texas.
SIN LIBERTAD. La gente dice que este es un centro de detención porque los niños no son libres de irse.