Aumenta el número de migrantes embarazadas

En el refugio “Senda de Vida” de Reynosa, se han acumulado al menos 42 mujeres migrantes embarazadas, provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala, que están a la espera de cruzar hacía Estados Unidos.

Personal del inmueble detalló que si el gobierno estadounidense no agiliza los trámites de asilo político, los bebés nacerían en esta ciudad fronteriza, en el Hospital Materno Infantil o en el General de Reynosa. “Hay un convenio para llevarnos a las mujeres embarazadas a consultas y también a las atenciones de parto, ahorita tenemos a 42, algunas ya están los seis, siete meses, otras en las últimas semanas, pero también otras tienen dos o tres meses, desgraciadamente Estados Unidos está tardando para resolver su situación así que si las cosas siguen lentas tendremos que trasladarlas”, comentaron. 

Los llamados para entrevistas en Estados Unidos se suspendieron hace alrededor de tres meses, lo que de acuerdo a los directivos de este refugio, ha empeorado   la situación de las embarazadas y sus familias, ya que algunas llegan con otros hijos. 

Debido a la tardanza, varias de ellas han entrado en labor de parto, y aunque su nacionalidad sea diferente a la mexicana, los nuevos bebés, la obtienen automáticamente por haber nacido en la frontera de Tamaulipas. 

EL MAÑANA documentó el caso de Mayuli Meza, una mujer hondureña que salió de su país embarazada con cinco meses y medio de gestación, y que emprendió el viaje hacía Estados Unidos vía terrestre, llegando a Reynosa a finales de agosto.

Meza dio a luz la primera semana de este mes a una niña en el Materno Infantil, a la que nombró Aitana. “No es que uno decida salir, son situaciones que te obligan a hacerlo; en mi caso yo embarazada tenía que actuar para ofrecerle algo mejor a mi hija, que ella no sufriera lo que yo, toda la delincuencia, la inseguridad, la pobreza, en Estados Unidos yo seré otra persona, saldré adelante, solo quiero una oportunidad”, relató.

Para atender a las mujeres embarazadas, “Senda de Vida” ubicado a unos metro del Rio Bravo ha tenido que adaptar un espacio, con camas, ventiladores y protecciones que evitan el ingreso de personas externas.

Además de priorizar las consultas médicas y de vinculación.