Asume cargo nuevo Premier griego
Tras el triunfo ayer de la izquierda radical, Alexis Tsipras (der.), quien busca renegociar la deuda griega, juró como Primer Ministro.
El líder izquierdista griego, Alexis Tsipras, juró como Primer Ministro en una breve y sobria ceremonia en la oficina del Presidente Karolos Papoulias, un día después de obtener una contundente victoria en las elecciones.
Se espera que anuncie su Gabinete el martes tras cerrar un acuerdo con los Griegos Independientes, un pequeño partido de derecha y antirrescate.
Syriza ganó las elecciones legislativas del domingo al obtener algo más del 36 por ciento de votos y 149 escaños sobre un total de 300.
Se quedó a dos de la mayoría absoluta, pero cuenta con una alianza con el partido nacionalista Griegos Independientes (13 diputados).
La histórica victoria electoral de Syriza, un partido antiausteridad, pone en entredicho la política de duros ajustes y de rigor impuesta por la Unión Europea a este país, miembro de la zona euro.
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En su primer discurso después de conocerse los resultados, Tsipras declaró que Grecia "ha dejado atrás la desastrosa austeridad", al tiempo que mostró su intención de negociar con los acreedores del país "una solución justa, viable, duradera, que beneficie a todos".
Desde 2010, los acreedores de Grecia, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, han acordado unos 240 mil millones de euros en préstamos al país a cambio de la aplicación de unos drásticos planes de austeridad y recortes sociales.
La sorprendente victoria electoral de un partido radical de izquierda en Grecia, el cual rechaza las duras medidas de austeridad exigidas para el rescate financiero del país, planteó nuevas incertidumbres para la eurozona, pero la impresión inicial es que las naciones pueden forjar un acuerdo sobre la deuda del país helénico que evite que Atenas abandone el euro, algo potencialmente caótico.
Los mercados financieros tomaron con calma el lunes la victoria del partido izquierdista Syriza después que varios líderes de la zona del euro, de 19 países, indicaron estar abiertos a analizar la forma de aligerar la carga financiera que adeuda Grecia a cambio de un enorme rescate hace cinco años.
Sin embargo, se espera que las conversaciones sean difíciles y prolongadas, ya que el peso pesado de la eurozona, Alemania, ha adoptado hasta ahora una línea dura sobre las obligaciones financieras en Europa.
Ven más acuerdos que caos
La sorprendente victoria electoral de un partido radical de izquierda en Grecia, el cual rechaza las duras medidas de austeridad exigidas para el rescate financiero del país, planteó nuevas incertidumbres para la eurozona, pero la impresión inicial es que las naciones pueden forjar un acuerdo sobre la deuda del país helénico que evite que Atenas abandone el euro, algo potencialmente caótico.
Los mercados financieros tomaron con calma la victoria del partido izquierdista Syriza después de que 19 países líderes de la eurozona dijeron estar abiertos a analizar la forma de aligerar la carga financiera que adeuda Grecia a cambio de un enorme rescate hace cinco años.
Sin embargo, se espera que las conversaciones sean difíciles y prolongadas, ya que el peso pesado de la eurozona, Alemania, ha adoptado hasta ahora una línea dura sobre las obligaciones financieras en Europa.
"En nuestra opinión es importante que el nuevo gobierno tome medidas que preserven la recuperación económica de Grecia", dijo Steffen Seibert, portavoz de Merkel.
"Ello implica que los compromisos adquiridos deben ser respetados", añadió.
"Sobre esta base estamos listos para trabajar con ellos", agregó en referencia Tsipras, que será investido primer ministro este lunes por la tarde.
Uno de los acuciantes problemas de Grecia es su gigantesca deuda, que alcanza el 177 por ciento de su PIB.
Jeroen René Victor Anton Dijsselbloem, Ministro de Finanzas holandés, señaló que no creía que hubiera "mucho respaldo" para borrar más deuda a Grecia.
"No vamos a escapar a una renegociación", reconoció una fuente europea en Bruselas.
El nivel actual de la deuda "no es sostenible" y "cualquier solución que no pase por una real reducción de la deuda sólo provocará una nueva crisis en Grecia", afirmó Jesús Castillo del banco Natixis.
Sería un error rechazar una reducción de la deuda griega, aseguró Paul De Grauwe del London School of Economics. De no reducirla "se condenaría a Grecia a varios años difíciles y se alentaría a los movimientos políticos extremistas".
Entre Merkel y Tsipras "habrá una partida de póquer apasionante", anticipa Julian Rappold, del Instituto alemán de política exterior, subrayando la necesidad para Berlín de hacer "concesiones".
"El partido de ajedrez acaba de comenzar", estiman los analistas de ING.
Las próximas semanas de negociaciones entre Atenas y sus socios serán "tensas", añadió otra fuente europea.
Tsipras se reunirá por primera vez con sus homólogos de la Unión Europea el 12 de febrero en Bruselas.