Apaga el Covid llanto, algarabía en panteones
Este 1 y 2 de noviembre los panteones lucen vacíos, cerrados con candado, no hubo calles cerradas ni vendimia
Este 2020 fue diferente, no hubo música, ni familias limpiando tumbas, colocando flores, no hubo lagrimas recordando a los seres queridos mientras se escuchaba tocar a los tríos: el Covid-19 no quitó hasta la forma de honrar a nuestros muertos.
El alza de casos que se ha registrado en las últimas semanas, obligó a las autoridades a cerrar los panteones para evitar aglomeraciones.
Cada año las familias acuden a limpiar las tumbas, a dejar flores, a rezar por los familiares que han partido, algunos comen en las tumbas el alimento preferido del ser querido, otros colocaban altares, llevaban música, tomaban una cerveza y recordaban con alegría y dolor.
El Covid no permitió que este año se visitaran los panteones, todo se tuvo que hacer en los hogares, con altares, recordando con una fotografía y flores.
La pandemia no ha permitido que ni siquiera se pueda despedir a los que fallecen por el Covid, no es como antes, solo familiares lo hacen en reducidos grupos.
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Cada año se cierra la calle, un tramo del bulevar Hidalgo, se colocan puestos de comida, de pan de muerto, tacos, caña y más, pero todo eso no se puedo realizar este 2020, solamente los locatarios del Mercado de la Flor, se mantuvieron trabajando con servicio al auto.
Las familias honran a sus seres queridos en sus casas, con sus altares, con una fotografía y flores, en un año atípico.