Amparos, promesas; no llegan medicinas
Familiares de niños potosinos lograron el primer fallo judicial en favor de 10 pacientes
Como ya ocurrió en Nuevo León, familiares de niños con cáncer han recurrido a los amparos para que se garantice el suministro de medicamentos a sus hijos en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” pero los medicamentos no llegan.
El pasado 4 de junio familiares de niños potosinos lograron el primer fallo judicial en favor de 10 pacientes para que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) -al que está adscrito el hospital- y la Secretaría de Hacienda, destinen los recursos necesarios para la compra inmediata de los medicamentos, pero han pasado casi 20 días y el fallo no se cumple.
El abogado José Mario de la Garza Marroquín, presidente de Renace Capítulo San Luis Potosí, informó que aún cuando las respectivas autoridades ya fueron notificadas, el mandato otorgado por el Juzgado Cuarto de Distrito del Poder Judicial de la Federación sigue pendiente.
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“Han encontrado la manera de darle largas y es muy preocupante porque está en juego la vida de los niños, sabemos de niños que lamentablemente ya murieron por la enfermedad y es muy triste porque nadie habla de ello”, detalló.
DEMANDAN INSUMOS
El director del hospital, Francisco Alcocer Gouyonnet, aseguró que ha demandado con urgencia los insumos para los tratamientos oncológicos, pero a pesar de las gestiones, estos simplemente no llegan.
Actualmente el hospital atiende 120 niños y niñas con cáncer, la mayoría de familias de escasos recursos o en extrema pobreza, quienes ante la desaparición del Seguro Popular hace un año y medio, encontraron en esta institución la única opción para la atención de sus padecimientos.
En NL hubo un proceso similar
Desde mayo del 2019 madres de niños con cáncer atendidos en la Unidad Médica de Alta Especialidad 25 del IMSS denunciaron la falta de medicamentos para quimioterapias. Pero dos años después aún con amparos interpuestos, la situación no se ha estabilizado.
En noviembre del 2019 se presentó el primer amparo colectivo por parte de 20 padres de familia de Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí, cuyos hijos eran atendidos en la Clínica 25 del IMSS y en el Hospital Universitario.