El pueblo japonés de Naraha levantó una orden de evacuación de 2011 que obligó a sus 7 mil 400 habitantes a abandonar el poblado luego que la cercana planta nuclear de Fukushima fuera averiada por un tsunami y filtrara contaminación.
Vuelven a pueblo evacuados por Fukushima
El pueblo japonés de Naraha levantó una orden de evacuación de 2011 que obligó a sus 7 mil 400 habitantes a abandonar el poblado luego que la cercana planta nuclear de Fukushima fuera averiada por un tsunami y filtrara contaminación.
Naraha fue el primero de los siete municipios en ser obligado a evacuar por completo debido a contaminación por radiación después que un fuerte sismo y un tsunami posterior causaran una fisión en los reactores.El Gobierno señaló que los niveles de radiación en el pueblo han descendido a niveles considerados seguros tras las operaciones de descontaminación, y por la noche levantó la orden de evacuación de cuatro años.El pueblo representa un caso de prueba, mientras la mayoría de sus habitantes se mantiene cautelosa en medio de las persistentes preocupaciones sobre la salud y una falta de infraestructura. Sólo aproximadamente de 100 de las cerca de 2 mil 600 familias han regresado durante un periodo de prueba que inició en abril.El Alcalde de Naraha, Yukiei Matsumoto, señaló que se logró un hito importante.Nuestro reloj empezó a funcionar de nuevo, declaró Matsumoto durante una ceremonia llevada a cabo en un parque infantil.El levantamiento de la orden de evacuación es un paso clave, pero es tan solo el comienzo.El temor a la radiación y a la seguridad nuclear sigue presente, agregó Matsumoto, y el pueblo debe recorrer un largo camino hacia la recuperación.Por ejemplo, el pueblo no tendrá una clínica médica hasta octubre, y el nuevo hospital regional no estará listo hasta febrero del próximo año.Un supermercado empezó a ofrecer servicio de entrega sin costo en julio, y un centro comercial abrirá sus puertas el año entrante. Aun así, muchos de sus residentes, especialmente quienes no conducen, enfrentan opciones limitadas para cubrir sus necesidades diarias.A los habitantes se les han proporcionado dosímetros para revisar sus propios niveles de radiación. A fin de aliviar sus preocupaciones, el pueblo también supervisa las 24 horas una planta de filtración del agua, realizando pruebas en busca de materiales radioactivos.El año pasado, el Gobierno levantó la evacuación de sólo algunas áreas de dos pueblos cercanos.