Daniel Guerrero Martínez y su hijo Isaac, pescadores que naufragaron hace más de 20 días y que fueron rescatados frente a las costas de Guerrero, regresaron ayer a casa.
Vuelven a casa náufragos chiapanecos
Daniel Guerrero Martínez y su hijo Isaac, pescadores que naufragaron hace más de 20 días y que fueron rescatados frente a las costas de Guerrero, regresaron ayer a casa.
Tonalá, Chis.Junto con familiares, viajaron alrededor de 18 horas desde Acapulco hasta la comunidad de Paredón, ubicada en esta localidad de la región Costa de Chiapas.Ambos llegaron primero a la cabecera municipal, donde los recibieron autoridades locales. Posteriormente, una caravana de vehículos y patrullas los acompañó a su localidad.Todo el pueblo salió a las calles a su encuentro.En su casa, una humilde vivienda de block, techo de lámina y piso de tierra, fueron recibidos con aplausos y música de marimba.“Nunca perdí la esperanza, me encomendé a Dios. Estoy feliz, contento, no tengo palabras para agradecer, es muy bonito que tu pueblo te reciba así”, expresó el pescador Daniel Guerrero, de 42 años de edad.Ellos zarparon el pasado 28 de diciembre de la comunidad chiapaneca Costa Azul y fueron rescatados el pasado 20 de este mes por un buque carguero frente a las costas de Guerrero.NARRANLos pescadores Daniel Guerrero Martínez y su hijo Isaías, que naufragaron 24 días en altamar antes de ser rescatados por un buque carguero frente a las costas de Guerrero, narraron que sobrevivieron con una dieta de tortuga y pescado crudo.“Bebía la sangre a la parlama, comía su carne, pescaba yo pescadito pequeño, tiburón, le sacaba el filete, le daba a él que no quería comer”, contó Isaías.Incluso, su padre Daniel explicó que por un momento pensó en quitarse la vida para que su hijo se tomara su sangre y sobreviviera más tiempo.Isaías cuenta que escondió los cuchillos para que su padre no cumpliera sus intenciones.En su regreso a casa, en la comunidad de Paredón, en la costa de Chiapas de donde son originarios, aseguran que no volverán al mar.“Prometimos que si salíamos con vida, jamas volvíamos a pescar al mar”, dijo el hombre con 28 años de experiencia en la captura de peces.Padre e hijo salieron a la pesca del Dorado el pasado 28 de diciembre de la comunidad Costa Azul, la misma de la que partió José Salvador Alvarengo, otro pescador de origen salvadoreño que naufragó 14 meses y fue encontrado en las islas Marshall en enero del año pasado.Luego de permanecer hospitalizados en Acapulco, a donde fueron trasladados con un severo cuadro de deshidratación, ayer volvieron a casa.Acompañados de una caravana de vehículos y patrullas de la Policía municipal hicieron una entrada triunfal después de viajar 18 horas por carretera.Todo el pueblo salió a las calles a su encuentro. Hubo mariachi y cohetes.Hombres, mujeres y niños se acercaron a los pescadores para darles la bienvenida, saludarlos, abrazarlos y tomarles fotografías con sus celulares.Confirmar por sí mismos que efectivamente eran ellos, pues ya los habían dado por muertos. El vehículo en el que viajaban desfiló por una docena de calles antes de llegar a su hogar, una humilde vivienda de block, techo de lámina y piso de tierra, donde más gente los recibió con aplausos y música de marimba. “Nunca perdí la esperanza (de sobrevivir), me encomendé a Dios. Estoy feliz, contento, no tengo palabras para agradecer, es muy bonito que tu pueblo te reciba así” expresó el pescador de 42 años de edad.