Los hechos ocurrieron a las 09:30 horas de ayer, en el cruce del bulevar Hidalgo y Río Mante, en la colonia Longoria.
Los agentes realizaban rondines de patrullaje por esa área y se percataron que el chafirete, quien se dirigía hacia la Zona Centro, se pasó la luz roja del semáforo.
De inmediato los oficiales le marcaron el alto y el chofer se estacionó y se bajó de la unidad con el teléfono en la mano, diciéndole al agente que lo contestara que su patrón quería hablar con él.
El Tránsito le dijo que él no tenía que hablar con nadie, que lo dejara hacer su trabajo y le pidió su licencia de manejar.
El joven le contestó que no tenía, por lo que el agente le pidió que bajara su pasaje y que lo acompañara a la delegación de Tránsito para que pagara su respectiva multa.
Como el chofer le dijo que no lo haría que esperaría que llegara su patrón, los oficiales pidieron una grúa, en la cual la unidad fue remolcada a los patios de Seguridad Pública Municipal, junto al joven.
Finalmente el joven pagó la multa y le fue entregada su unidad para que regresara a trabajar, pero antes tuvo que pagar otra multa para recuperar su licencia que se la habían quitado por lo mismo.
El chofer del transporte público fue acreedor de una multa por pasarse un rojo.