Solo porque no cooperó para comprar las bebidas embriagantes que compartieron durante la “carne asada” que organizaron, Óscar N, le dio 8 puñaladas en el tórax a su víctima, cuando dormía en uno de los cuartos del Gran Hotel.
Óscar ya les había reclamado a sus compañeros, el hecho de que hubieran invitado a su víctima, pues ni siquiera había llegado un solo refresco.
Durante la madrugada, ya para finalizar el convivio, esperó que otro de sus compañeros se llevara al infiltrado a dormir, porque había ingerido demasiado licor y posteriormente aparentó que iba a los sanitarios y aprovechó para consumar el crimen.
Lo anterior surgió durante la audiencia inicial cuando la fiscalía formuló los cargos, luego que un juez de control calificó de legal el arresto.
La fiscalía para fundamentar los cargos, hizo hincapié en el hecho de que Óscar N., había actuado con premeditación, alevosía y ventaja.
Estaba contrariado porque su víctima no había desembolsado un solo centavo y si había ingerido alcohol, hasta quedar inconsciente.
Por eso aprovechó cuando lo llevaron a dormir a un cuarto y ahí lo asesino.
Luego silenciosamente quiso salir huyendo del hotel y cuando trataba de abordar un taxi, el guardia de seguridad notó algo raro en su actitud y les gritó a los compañeros quienes de inmediato acudieron al cuarto donde encontraron al muerto sobre la cama.
Reaccionaron al instante y lograron detenerlo para inmediatamente después entregarlo a la Policía Estatal, que se convirtieron en principales respondientes al momento de la puesta a disposición del detenido.
Los investigadores encontraron el arma homicida, también numerosas testimoniales y una serie de evidencias que sirvieron para conseguir el auto de vinculación a proceso.
El juez de control dictó el auto de vinculación, le fijó mediadas cautelares, como lo es la prisión preventiva oficiosa por lo que dure el proceso y 6 meses como plazo para la investigación complementaria.