Explicó que, con el aumento del uso de dispositivos tecnológicos, se hace más evidente que una persona tiene dos identidades: la física y la virtual.
La segunda, destacó, puede permanecer y volverse inmoral, pero se necesita que la persona lo sepa y lo ejerza.
"Ya no tenemos sólo una identidad física, también tenemos una identidad digital, cuando navegamos en redes sociales, negocios digitales, cuando tienes un dominio de alguna página y cuando compras criptomonedas", detalló la comisionada del Info.
Recordó que en agosto se publicó una reforma en el Código Civil de la Ciudad de México para reconocer la posibilidad de incluir en un testamento la herencia digital.
"Un pendiente de la sociedad es empezar a hacer conscientes de la muerte y la huella digital que se deja, sin miedos, con responsabilidad, conocer esta reforma.
"Y desde el punto de vista de las autoridades protectoras de datos, no sólo difundirla, sino también revisar en qué tendríamos que reforzar nuestra norma, pero como la norma tarda en modificarse, pensar en políticas cuidando los principios básicos de los datos personales", afirmó San Martín en entrevista.
Recordó que la protección de la información personal de los capitalinos continúa, aunque la persona haya muerto, sin embargo, los habitantes están lejos de ejercer estos derechos, como ya lo hacen con el acceso a la información pública.
"Hay que buscar la manera de seguir protegiendo los derechos y también la memoria de quien ya no está, de tal forma que siempre quede su voluntad protegida, aunque no esté viva. Distinguir la especie de mortalidad física y de la inmortalidad digital que podemos tener.
"Pero que la idea de esa inmortalidad sea porque yo quiero que siga y que tengo, aun así, control de mi información para evitar que alguien más la use de manera inapropiada", señaló la comisionada del Info.