Al menos 800 migrantes que se encuentran refugiados en el albergue “Senda de Vida” en Reynosa ya fueron vacunados contra el Covid-19 durante los últimos cuatro días, con el antídoto CanSino.
De acuerdo a Héctor Silva de Luna, director del inmueble, esta cantidad representa al 80 por ciento de los recluidos.
“La mayoría aceptó la vacuna, fueron muy pocos los que dijeron que no, pero es por cuestiones de que ya tenían otra vacuna o de que estaban esperando segundas dosis, también porque algunos ya contaban con el esquema completo, el Coronavirus es un problema de salud muy grave y les pedimos que lo vean así”, comentó.
En este lugar considerado el más grande de Reynosa, hay un promedio de mil migrantes; entre hombres, mujeres, algunas de ellas embarazadas con fechas de parto próximas y menores de edad, provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Venezuela, quienes para ingresar debieron mostraron una prueba de Covid-19 negativa.
También responder un cuestionario en donde algunos declararon tener una o las dos dosis de vacunas contra el Covid-19 suministradas antes de salir de su país de origen, o tras ser deportados de Estados Unidos.
“No se les obligó a que se vacunaran pero ellos saben que para estar aquí deben comprometerse a cuidarse y a los demás, en este lugar tenemos a mil personas aproximadamente, mujeres embarazas, niñas, niños, entonces hay que ser responsables”.
El control sanitario que ha mantenido “Senda de Vida” desde marzo del 2020 ha permitido que contagios de Covid-19 sean de manera aislada, sin brotes generales.
Pero para lograrlo, ha sido necesario limitar los accesos y salidas, llevar revisiones médicas y reducir la capacidad de atención.