Urge Papa a pacto global contra trata

Demanda mayor compromiso para combatir esa ‘esclavitud moderna’

Cada año, miles de hombres, mujeres y niños son víctimas inocentes de la explotación laboral, del tráfico de órganos y de sexo’’. , Papa Francisco, bendición dominical con el Angelus. Ciudad del Vaticano El Papa Francisco urgió ayer a todos a establecer un compromiso global para combatir de manera adecuada la “plaga aberrante” de la trata de personas, a la que calificó de “esclavitud moderna”. Esto durante los saludos finales tras su bendición dominical con el Angelus, que encabezó asomado a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro. El Pontífice hizo la petición durante su plegaria tradicional del domingo, en el Día Mundial de Naciones Unidas contra el Tráfico de Personas. “Cada año, miles de hombres, mujeres y niños son víctimas inocentes de la explotación laboral, del tráfico de órganos y de sexo”, afirmó, agregando que se ha convertido en algo considerado normal. “Esto es feo. Es cruel. Es criminal”, añadió. Francisco pidió al mundo que renueve su compromiso para combatir “esta plaga aberrante, una forma de esclavitud moderna” y rezar para que los traficantes “cambien sus corazones”. “Recemos junto a la Virgen María para que sostenga a las víctimas de trata y convierta los corazones de los traficantes”, agregó y rezó un Ave María en voz alta al cual se sumaron los fieles presentes. Antes de rezar el Angelus, el líder católico reflexionó sobre algunos pasajes bíblicos y advirtió que el cristiano “no es uno que se priva de cuestiones esenciales” sino que ha encontrado en su fe “algo más”, una alegría que es propia del enfermo curado, del pecador perdonado y del ladrón a quien le han abierto las puertas del paraíso. Esa alegría, siguió, “llena el corazón y la vida entera” y quienes se dejan guiar por ella “son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior y del aislamiento”. La Organización Internacional del Trabajo estima que 21 millones de personas en todo el mundo son víctimas de trabajo forzoso, incluidas víctimas de la trata de personas para explotación laboral y sexual.