Unión Europea se encamina a prohibir el uso de microplásticos
Bruselas.
Presentes en la vida cotidiana, los microplásticos representan una amenaza para la vida humana y el equilibrio sustentable del planeta, señala la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés), que recomienda tomar medidas para su eliminación.
Ante esta situación, el bloque paneuropeo se ha propuesto elaborar políticas para imponer restricciones a la incorporación deliberada y no necesaria de estas nanopartículas en productos de consumo corriente como cosméticos, artículos de cuidado personal, limpieza y pinturas, entre otros.
El estudio encargado por la Unión Europea (UE) a la ECHA titulado “El problema con los microplásticos” señala que entre dos y cinco por ciento de los plásticos fabricados terminan en el mar, algunos de ellos en forma microscópica.
Si bien las nanopartículas añadidas deliberadamente que derivan al mar suman un porcentaje menor, podrían causar problemas en tierra firme, ríos o lagos, por lo que algunos países ya han tomado medidas contra esas sustancias.
A mediados de enero, la ECHA dio a conocer que propuso a la UE que prohibiera añadir deliberadamente dichas partículas en productos como los cosméticos, los de limpieza, los detergentes y los fertilizantes agrícolas a fin de eliminar este tipo de polución para 2020.
Sugirió también su exclusión en algunos segmentos de la medicina y las pinturas. Por ahora, el bloque continental analiza los datos recabados al respecto y tiene la intención de recopilar mayores pruebas a fin de tomar una decisión definitiva sobre el tema.
El trabajo, primera parte de esta tarea, apuntó que el plástico es un material de uso amplio en las economías del mundo, en las industrias y las sociedades, pero después de utilizarlo es difícil de eliminar y permanece en el ambiente por años siendo un riesgo para la salud humana y el ecosistema.
De su degradación o destrucción quedan residuos, conocidos como microplásticos, partículas menores a cinco milímetros que también son fabricados expresamente para su uso en diversos productos de la vida diaria, en los que son incorporados en muchos casos sin ser realmente necesario.
Estos nanocomponentes, que contienen sustancias peligrosas para la vida en la Tierra, son más difíciles de detectar y eliminar.
Los microplásticos fabricados son añadidos deliberadamente en productos como las cremas exfoliantes para cuerpo o rostro, que una vez que se incorporan al medioambiente pueden ser consumidos por animales terrestres o marinos, que luego se convierten en alimento del hombre.
También, en pinturas, productos utilizados en la industria del petróleo y del gas, y como medios para el granallado o arenado.
En el primer caso se les utiliza como agentes abrasivos, por ejemplo, como agentes exfoliantes o suavizantes en cosméticos conocidos como microesferas, o para controlar la viscosidad, aspecto y estabilidad de sustancias.
Esta realidad ha provocado que Estados miembros de la UE establecieran prohibiciones para la incorporación de estas partículas en diversos productos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha examinado las pruebas existentes.
Además del estudio y propuesta de la ECHA, la mancomunidad europea estudia medidas adicionales para reducir la liberación de las partículas plásticas microscópicas a los cuerpos de agua.
La ECHA recibió la solicitud de investigar la necesidad de imponer una restricción a escala de la UE a la comercialización de oxoplásticos y partículas microplásticas añadidas deliberadamente a los productos.
Los oxoplásticos o plásticos oxodegradables es un material convencional que contiene aditivos que fomentan la oxidación del material en ciertas condiciones. Se le encuentra en películas agrícolas, bolsas de basura y transporte, envases de alimentos y cubiertas de vertederos.
Su descomposición en partículas muy pequeñas implica el riesgo de que contribuya al aumento de la contaminación ambiental por microplásticos.