Los Ángeles, California.
Polvo, polvo y más polvo. El árido paisaje de Texas de “Dreamland”, el drama de Miles Joris-Peyrafittem ubicado en la era de la Gran Depresión, está repleto de polvo gris que vuela por los campos y cubre todo a la vista.
De pronto entra como un rayo en la pantalla — como “un murciélago salido del infierno”, como dice un personaje — la asaltante de bancos Allison Wells interpretada por Margot Robbie, con su gran carisma, sensualidad y glamour de la vieja escuela. Está sangrando y está sucia, pero es glamorosa. Robbie siempre ha dado la impresión de ser una verdadera estrella de cine, pero colocarla en la década de 1930 lo confirma. Como las mejores diosas de la éra dorada de Hollywood, puede quemar la pantalla con la sola mirada de sus ojos azules.
LOS PERSONAJES
Allison, un personaje ficticio, hace guiños evidentes a Bonnie Parker, la forajida real interpretada por Faye Dunaway en “Bonnie and Clyde” (“Bonnie y Clyde”). Sólo que aquí su Clyde se ha ido; le dispararon en su más reciente atraco y Allison está sola y herida.
Ahí es donde entra Eugene Evans (Finn Cole), el influenciable joven que cae rendido ante los encantos de Allison. La historia, de hecho, es suya, y la narra su media hermana menor, Phoebe, décadas después. (Phoebe es interpretada por Darby Camp como una niña dulce y valiente, pero no empalagosa).
Nos enteramos de que el padre de Eugene lo abandonó cuando era niño, dejándolo con tan sólo una postal que el joven lee una y otra vez, esperanzado de una eventual reunión en México. Mientras tanto, el nuevo esposo de su madre, un asistente de sheriff enojón (Travis Fimmel), crea en casa un ambiente opresivo.
ENTRETENIDA
La vida es precaria; el campo ha sido diezmado por una serie de tormentas de arena. Eugene tiene una vida monótona salpicada por la emoción ocasional de, por ejemplo, robar una revista de detectives de un puesto de periódicos. Un día escucha sobre Allison, cuyo más reciente atraco dejó cinco muertos, incluyendo una niña. La recompensa por su cabeza es de 10.000 dólares, y podría estar escondida cerca.
Poco después Eugene encuentra a Allison en su propio establo. No le toma mucho tiempo enamorarse de ella, y la esencia de la película es esta seducción. La historia no es extraordinaria, incluso podría decirse que es simple — no hay giros o cambios sorpresivos, ni grandes lecciones en el guion de Nicolaas Zwart — pero la relación entre sus protagonistas es muy entretenida.
RECOMENDABLE
“Dreamland”, un estreno de Paramount, tiene una clasificación R (que requiere que los menores de 17 años la vean acompañados de un padre o tutor) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por escenas de violencia, diálogos y desnudos o escenas de carácter sexual. Duración: 98 minutos. Tres estrellas de cuatro.