El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ve las elecciones del domingo como decisivas para evitar que los conservadores regresen al poder. La oposición, como claves para defender la democracia frente al populismo. Y los analistas en seguridad temen que el crimen organizado defina el rumbo de la política local en algunos municipios después de tres docenas de candidatos asesinados.
En todas las perspectivas hay un poco de verdad: la hostilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia las críticas o la rendición de cuentas ha hecho mucho ruido; la oposición está debilitada, sin líderes fuertes ni rumbo claro y los cárteles llevan mucho tiempo intentando controlar los municipios donde operan.
Las elecciones -en las que se renovará la Cámara de Diputados, 30 de los 32 congresos estatales, 15 gobernadores y casi 2 mil alcaldes- podrían ofrecer un panorama más claro sobre la capacidad de maniobra que tendrá el presidente en la segunda mitad de su administración y si el partido que creó en torno a su persona tendrá la fuerza suficiente para sobrevivirlo.
La constitución mexicana prohíbe la reelección presidencial por lo que éstos podrían ser los últimos comicios en los que el carismático político de 67 años, que ha pasado la mitad de su vida en constante campaña y culmina su mandato en 2024, jugará un papel relevante, más allá del referendo sobre su gestión al que se enfrentará el año que viene.
Pese a las sonadas críticas por algunas de las reformas aprobadas y los duros efectos sociales y económicos de la pandemia del nuevo coronavirus, López Obrador mantiene niveles de aprobación por encima del 50% en todas las encuestas y el partido oficialista Morena y sus aliados podrían conservar la mayoría parlamentaria.
POSIBLE REFUERZO
Además, pese a la heterogeneidad de Morena, esa fuerza política podría reforzar su presencia en todo el país si, como apuntan los sondeos, gana al menos la mitad de las gobernaciones en disputa.
Para Federico Estévez, profesor de Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico Autónomo de México, una de las razones del apoyo al mandatario es que la gente es más propensa a recordar las cosas más recientes -el buen ritmo del programa de vacunación frente a los problemas del inicio de la pandemia, por ejemplo- y vota por gustos u odios más que por resultados concretos.
Si el oficialismo mantiene su mayoría parlamentaria López Obrador tendrá vía libre en el Congreso para sacar adelante sus propuestas.
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