Un padre total

El entrenador de muchos campeones es un papá en la vida y en el box

Guadalajara, Jalisco

José “Chepo” Reynoso lo ha ganado todo y aún mantiene la ilusión intacta en ir por más.

Por su tutela han pasado cientos de boxeadores, construyó una fábrica de campeones, pero sobre todo, formó personas con valores. 

Junto a su hijo Eddy Reynoso son los hombres que han hecho de Saúl “Canelo” Álvarez el mejor boxeador del País en los últimos años. 

También es el gestor de campeones mundiales como Óscar “Chololo” Larios, Javier “Chatito” Jáuregui, Rigoberto “Español” Álvarez, entre muchos otros. 

“Lo que les aconsejo a los muchachos es que sean gente de bien, de respeto. A lo mejor no van a ser campeones del mundo, pero que sean personas de bien, eso será para siempre. el boxeo es solo una parte de su vida”, reconoce Reynoso en charla con Grupo REFORMA. 

Por un amigo de su padre, “Chepo” supo de un gimnasio de box y decidió entrar a practicarlo. Su aspiración no era ser boxeador, era saber defenderse, y defender -con los puños, de ser necesario- el amor de su novia, pretendida por otro joven del barrio. 

“Él y sus amigos me tenían azorrillado, como se dice, y a mí me daba pena que ella supiera que era miedoso”. 

Una vez inmerso en el box, fue desarrollando la profesión que tantas alegrías le ha dado. A don Nacho Silva le ayudaba con sus boxeadores. De Julián Magdaleno aprendió a entrenarlos: “Falleció a temprana edad, de un de repente me veo con un grupo de muchachitos, algunos ya profesionales, otros empezando. Ya estaba adentro y con mi negocio de carnicería, la cerraba y me iba a entrenar. Nos fue bien cuando “Chololo” Larios gana el campeonato mundial, que compramos una casita, la arreglamos y pusimos el gimnasio”, mismo lugar desde el que conversa y que lleva por nombre “Julián Magdaleno”, en su honor. 

“Soy un padre, abuelo y bisabuelo contento y agradecido con Dios por los años que me ha dejado vivir, realizado, pleno. A mis 68 años ya logré lo que soñaba alguna vez, todavía estamos con ilusiones, pero más que nada, disfrutando a la familia”, reconoce. 

Con esa misma novia por la que decidió aprender a pelear ahora mantiene 47 años de casados y es padre de 5 hijos.