Los cancilleres de la Unión Europea mantenían conversaciones de emergencia el martes para evaluar la toma del poder en Afganistán por el Talibán, sus consecuencias para la seguridad y la posibilidad de que un régimen islamista intransigente provoque un éxodo masivo desde el país asiático.
Los afganos son el mayor grupo de nacionalidades que buscan refugio en Europa después de los sirios. Según cálculos de la UE, unos 570.000 afganos han pedido asilo en Europa desde 2015.
El presidente francés Emmanuel Macron dijo el lunes que Francia, Alemania y otros socios europeos elaborarán rápidamente una “respuesta enérgica” a cualquier nuevo flujo de migrantes sin autorización desde Afganistán.
Dijo que el “esfuerzo internacional organizado y justo” se caracterizará por “un esfuerzo solidario, la armonización de criterios de protección y cooperación con países de tránsito” que atravesarían los migrantes afganos.
“Europa por sí sola no puede hacerse cargo de las consecuencias”, dijo Macron.
Austria tiene la intención de proponer en una reunión de ministros de Interior de la UE prevista para el miércoles la creación de centros de deportación en los países vecinos de Afganistán.
El arribo de más de un millón de migrantes en 2015, principalmente de Siria e Irak, provocó una de las mayores crisis de la UE, cuando las 27 naciones debatían cómo manejar el flujo. Las peleas continúan hasta hoy, y una nueva ola de migrantes afganos probablemente exacerbará esas tensiones.
Los pedidos de asilo por parte de afganos han aumentado en un 30% desde febrero, cuando resultó claro que Estados Unidos retiraría sus tropas de Afganistán. En mayo se presentaron más de 4.600 solicitudes, según la oficina de Asilo de la UE. Alrededor de la mitad suelen ser aprobadas.
Más ingresos desde Afganistán deberían ser manejables para el bloque de la UE, de 450 millones de habitantes. La mayoría de los afganos probablemente huirán a Pakistán, Irán o sus vecinos hacia el norte.