Ante la pandemia del Covid-19, el ‘’Black Friday’’ no logró lo que año con año, convirtiéndose ahora si en ‘’Viernes Negro’’ y en calma para los establecimientos comerciales de Estados Unidos.
Cada año era común ver largas filas en los puentes internacionales de Reynosa, tanto Reynosa-Hidalgo y Anzaldúas, el último el más socorrido para cruzar a los Estados Unidos, pero debido al escudo sanitario montado por Estados Unidos en los cruces binacionales inhibió la presencia de consumidores mexicanos.
El viernes negro se ofrecen promociones y grandes descuentos a las familias, por lo que representa una gran demanda, no solo de los estadounidenses, si no de los residentes fronterizos y de diferentes estados de México.
Cada año llegaban automóviles de residentes de Nuevo León, San Luis Potosí, ciudad de Mexico, Puebla, entre otros más, quienes esperaban horas y horas para pasar los puentes internacionales.
La historia ahora fue diferente y se convirtió en un ‘’Viernes Negro’’ para los negocios de Estados Unidos, sin ventas altas, personas jalando los carritos del supermercado o empujando para llevarse las pantallas, tablet o computadoras a precios de ganga.