Una forma de rendir homenaje al poder de las mujeres: "el derecho político de hablar en voz alta y ser escuchadas". La artista, comparte en entrevista, encuentra el trabajo de "dibujar" con hilos "corporalmente poderoso", tanto por el movimiento de la máquina como por la sincronización con su propia respiración.
Comenzó esta serie, titulada Manifestantes, una semana antes de la primera marcha de la "Revolución Diamantina", en 2019 -movimiento al que se unió-, llamado así por la lluvia de diamantina rosa que cayó sobre el entonces Jefe de la Policía capitalina, Jesús Orta, durante una protesta por la violación de una adolescente por uniformados. En esos retratos de mujeres, ideados como una serie de pinturas-costuras, Candiani, según su propia explicación, decidió privilegiar "el momento del grito".
Un grito de protesta emerge en un par de piezas en gran formato, de 3 por 1.4 metros, que la galería brasileña Vermelho despliega en su stand -dedicado por completo a la artista mexicana- dentro de la feria angelina Frieze LA 2022, que este jueves abrió sus puertas. El acto de coser, para Candiani, es una forma de "dibujo en voz alta". Una de las telas expuestas corresponde a la marcha en la Ciudad de México del 25 de noviembre del 2019, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y la otra, a la marcha a favor de la despenalización del aborto en Quito, Ecuador, del 28 de septiembre de 2019.
Están elaboradas con hilo de algodón cosido sobre loneta roja, también de algodón, con el contorno pintado en el mismo color. El rojo, explica Candiani, alude a "la sangre, al poder, la fuerza, la grana cochinilla y la femineidad". La artista puso especial énfasis en los rostros y sus expresiones; todas las figuras son representadas con la boca abierta, con el gesto de gritar o decir, o empuñando un altavoz.
Ninguna está muda. Incorporó esa forma de usar el hilo a su práctica desde 2002, cuando montó su primera exposición con piezas dibujadas con la máquina de coser. Candiani explica que todo conecta con la idea de los feminismos como comunidad: "Mientras más juntas, somos más poderosas". "Si sumamos los gritos y las protestas nos escuchan más fuerte, y también (se trata de visualizar) el hecho de ser guerreras y no víctimas", añade. Candiani anticipa que varias de sus piezas de Manifestantes que está produciendo ahora irán a una exposición que le dedicará a mediados de junio próximo el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM, con obra de años anteriores y una creación sonora comisionada para la ocasión.
Además, en el stand de Vermelho en Los Ángeles, entre un centenar de galerías reunidas en el recinto ferial de Beverly Hills, la artista también exhibe Geometrías (2022), de la serie "Sobre el tiempo", creada con 199 relojes negros y 199 blancos con repisas de madera. "Una pieza sonora muy sutil que habla de un tiempo y un pulso presente, que no para de moverse", expone. Candiani ya ha usado relojes en sus piezas, pero aquí se trata, dice, de una nueva lectura al poner el acento en el sonido del segundero marcando al unísono. "Supongo que tiene que ver con este gesto de que todos juntos sonamos de otra manera", ataja. Incluye además dos pinturas figurativas pertenecientes a la serie Monumentos efímeros que filmó hace tres años en unas instalaciones deportivas en franco deterioro en La Habana, Cuba, descrita como un "ensayo visual en el que se entrecruzan ideas sobre el movimiento arquitectónico moderno, el deporte como una bandera ideológica y el abandono de la infraestructura pública". Trabajó con bailarines y deportistas que formaban con sus cuerpos un monumento efímero de apenas unos segundos de duración.
"Es una metáfora que se vale para evidenciar cómo los deportistas alguna vez fueron usados literalmente como herramienta política y, de pronto, los han dejado caer en muchos lugares, incluyendo a este país", dice la artista, quien ahora dispone de más espacio para trabajar en su nuevo estudio, ubicado en una bodega de la Colonia Anáhuac. Son tres aproximaciones a la práctica de Candiani la que ofrece su solo show en Frieze; Manifestantes y Geometrías son de su más reciente producción, mientras que Gimnastas corresponde a 2021. Candiani ya había estado presente en la feria angelina en 2020 con un proyecto inspirado en las imágenes de la fotógrafa Dorothea Lange, Making camouflage nets for the War Department (1942), donde recreó el trabajo forzado de japoneses-americanos presos en los campos de concentración en California durante la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, la artista que representó a México junto a Luis Felipe Ortega en la Bienal de Venecia de 2015 celebra que Frieze haya cobijado la propuesta de las galerías para dedicar solo shows a sus artistas mujeres, entre las cuales también destacan Joan Semmel y Suzanne Jackson, de Estados Unidos; Camille Henrot, de Francia; Amelia Toledo, de Brasil, y Minjung Kim, de Corea del Sur. "Eso refleja cómo las galerías están poniendo mucha atención a lo que las mujeres estamos diciendo", dice Candiani, apostando que de ahí surja un diálogo. Entre más voces, serán escuchadas más fuerte. Candiani es parte de la escasa representación mexicana en Frieze LA este año; dentro de los expositores, la presencia galerística mexicana se reduce a Gaga, con sedes tanto en la Ciudad de México como en Los Ángeles. Se trata de una feria que prácticamente encima sus fechas con la feria capitalina Zona Maco, que concluyó el fin de semana pasado.
RUMBO AL 8M
Para la marcha del próximo 8M -8 de marzo, Día Internacional de la Mujer-, Candiani trabaja en la pieza titulada Solo un monte conoce las entrañas de otro monte, nombre tomado de una frase de Frida Kahlo. Explica que se trata de un textil basado en un dibujo del diario de la pintora: unas faldas colgadas al viento, en un lazo de tender, acompañado de escritos donde Kahlo habla de su relación con el color. El textil, similar a un chaleco, será portado por 11 mujeres que participarán en la marcha, y después será exhibido en el Museo de Arte Moderno, que le comisionó el proyecto para una muestra a propósito del diario de Kahlo. "La pieza tiene que ser marchada para luego llegar al museo", dice; algo que sucederá en 2022, en una acción que quedará registrada también en fotografía. Prepara a la vez un video donde registra un diálogo ficticio entre mujeres, contemporáneas de Kahlo, pero que no alcanzaron su visibilidad. "Mujeres que vivieron una época donde tuvieron que ser políticamente muy adelantadas para conseguir cierto reconocimiento o que vivieron situaciones extrañas", ataja. En el proyecto colaboran Gerardo Zapata y Ollín Miranda, bajo la curaduría de Jessica Berlanga.