El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki planea realizar una serie de conversaciones en diferentes partes de Europa sobre la presión de migrantes en la frontera de la Unión Europa con Bielorrusia, una crisis que él prevé continuará.
El gobernante dijo que se reunirá el domingo con sus homólogos de Lituania, Letonia y Estonia, todos ellos miembros de la UE que igualmente han sido afectados por la presión de migrantes desde Bielorrusia. La semana próxima, Morawiecki viajará a otros países europeos que no identificó el sábado.
Morawiecki señaló en Facebook que la crisis fronteriza con Bielorrusia es una “situación geopolítica muy grave” y requiere un enorme esfuerzo diplomático, cuando muchos migrantes de Medio Oriente siguen en Bielorrusia y tratan de forzar su entrada a la UE a través de Polonia. El viernes por la noche, algunos migrantes lanzaron piedras y gas lacrimógeno contra los agentes fronterizos y de la policía, de acuerdo con la Guardia Fronteriza polaca.
“Esto es por lo que inicié una gira a algunos países europeos para hablar sobre la crisis internacional provocada por las acciones de (el presidente bielorruso) Alexander Lukashenko”, indicó Morawiecki el sábado. “Desafortunadamente, existen numerosos indicios de que esta crisis geopolítica va a continuar por muchos meses, incluso años”.
La UE ha acusado a Lukashenko de usar a los migrantes como peones para desestabilizar el bloque en represalia por sus sanciones a su gobierno autoritario. Bielorrusia niega haber creado la crisis.
Polonia está forzando a los migrantes a regresar, argumentando que está protegiendo su frontera y la de toda Europa. El país ha recibido el respaldo de la UE, la OTAN y Estados Unidos.