Tras 2 años, desbordan reynosenses devoción

Bajo protocolos sanitarios, los feligreses se aglomeran dentro y fuera de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe

Centenares de feligreses se agolparon ayer en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe para celebrar a la Virgen, luego de que en el 2020 no pudieron acudir a rezar junto a sus pies, pero ahora pese a estar en semáforo naranja, se pudo regresar para festejar este día especial para los mexicanos.

La capacidad fue del 75 por ciento adentro de las iglesias, pero debido a que llegaron más peregrinos, muchos se quedaron afuera en el caso de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe.

Adalberto Elizondo Rivera Coordinador de COEPRIS en Reynosa comentó que se monitoreo junto con el personal de la iglesia todas las misas y al llegar al cupo, se restringió hasta la próxima misa.

Las personas que se quedaban afuera pudieron escuchar la misa, a través de una bocina y al terminar, los padres salieron a entregar la ostia a los peregrinos.

Familias completas acudieron, con sus niños ataviados de Juan Diego, otros llevaban flores, con el fervor por la Guadalupana.

El año pasado las familias no pudieron acudir a celebrar a la virgen, debido al alza de casos por la pandemia del Covid-19, por lo que ahora acudieron en grandes cantidades.

Reynosa ayer se mantuvo en semáforo naranja, y el sábado no se registraron casos nuevos ni defunciones.

A diferencia del 2020, centenares visitaron el templo a lo largo del día de ayer y los fieles pudieron cantar las tradicionales Mañanitas a la Virgen.

Durante el día llegaban peregrinaciones, que continuaban arribando por calles aledañas, que fueron cerradas y donde abundaba la tradicional vendimia.


Personal de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios estuvo monitoreando y vigilando los protocolos.