Matamoros, Tam.- La migración de personas de otros países que llegan a la frontera con intenciones de cruzarse hacia los Estados Unidos no se detendrá pese a las tragedias, como la sucedida esta semana en Matamoros, donde un salvadoreño y su pequeña hija se ahogaron en el río Bravo, aseguró el Padre Francisco Gallardo López.
El responsable de la Casa del Migrante señaló que en estos momento el albergue de esta frontera se encuentra en una capacidad del 50 por ciento, teniendo familias centroamericanas e incluso una familia rusa.
Resaltó que durante el día, familias que se encuentran albergadas se van al Puente Nuevo a esperar por si les llaman para su entrevista por parte de las autoridades migratorias de los Estados Unidos.
“Ya por la tarde-noche regresan al albergue donde pasan la noche ya que se sienten más seguros que pasar la noche en la entrada del Puente Nuevo, aunque hay quienes sí se quedan ahí esperando”, dijo.
Destacó que tragedias como lo sucedido el domingo en donde un padre y su hija se ahogaron en el Río Bravo, es parte de una desesperación que se tiene por querer ingresar a los Estados Unidos.
Gallardo López finalizó que lamentaron mucho esta pérdida en donde la familia quedó destrozada, la esposa inconsolable y no lograron cumplir su sueño.
OLEADA. Seguirá el flujo de migrantes como se observa en los puentes internacionales de Matamoros.