Recupera Kamala grito de guerra de Obama: Lo haremos, ´Yes, we can´

Va a ser una carrera muy reñida hasta el final, así que tenemos mucho trabajo por delante, pero nos gusta el trabajo duro. Y no se equivoquen, ganaremos

Kamala Harris no tiene planeado ningún mitin con el actual presidente, Joe Biden. Es su forma de presentarse como candidata del cambio. Sin embargo, la vicepresidenta sí ha querido recurrir a la ayuda del expresidente demócrata Barack Obama. Por primera vez, ambos coincidieron sobre el escenario este jueves en las afueras de Atlanta (Georgia) y mostraron su sintonía personal en un mitin que contó con la actuación de Bruce Springsteen, con su guitarra y una armónica. 

Los miles de asistentes al mitin y la propia candidata demócrata recuperaron el grito de guerra de la campaña que llevó a Obama a la presidencia en 2008: "Yes, we can".

Georgia es uno de los Estados decisivos que decantarán la balanza en las elecciones del 5 de noviembre. Joe Biden se impuso allí en 2020 por un mínimo margen, pero ahora Donald Trump parece contar con una ligera ventaja. Movilizar el voto negro en favor de Harris es imprescindible para que pueda ganar allí. Obama es un aliado clave para eso, pero además Harris contó con la intervención del actor Samuel L. Jackson, el director de cine Spike Lee y el multidisciplinar artista Tyler Perry, todos ellos afroamericanos. Cerca de 20.000 personas abarrotaron el estadio al aire libre donde se celebraba el acto. 

Tras ser presentada por el expresidente, Harris recordó cómo hace 17 años viajó a Springfield (Illinois) a apoyar la candidatura de Obama y cómo empezó el año 2008 pidiendo el voto por él puerta por puerta en la gélida Iowa. "Millones de estadounidenses se sintieron motivados e inspirados no solo por el mensaje de Barack Obama, sino por su forma de liderar, buscando unirnos en lugar de separarnos", dijo Harris. "Y todos estos años después, Barack Obama, te digo que tu amistad y tu fe en mí y en nuestra campaña suponen todo un mundo".

"Solo faltan 12 días para una de las elecciones más trascendentales de nuestra vida", dijo Harris. "Va a ser una carrera muy reñida hasta el final, así que tenemos mucho trabajo por delante, pero nos gusta el trabajo duro. El trabajo duro es un buen trabajo. El trabajo duro es un trabajo alegre. Y no se equivoquen, ganaremos. Ganaremos. O como diría cierto expresidente, sí, podemos [yes, we can]. Sí, lo haremos, y sí podemos", parafraseó a Obama.

Harris recurrió luego a algunos de los mensajes clave de su campaña: "pasar la página", "trazar un nuevo camino hacia adelante", "una nueva generación de liderazgo", "poner a la gente por delante del partidismo" o las dos visiones diferentes del país. "Una, la suya, centrada en el pasado y en sí mismo [en referencia a Donald Trump]. La otra, la nuestra, se centra en el futuro y en vosotros", dijo, sin olvidar otro de sus lemas: "No retrocederemos".

ATAQUES DE OBAMA A TRUMP

Antes, Obama había hecho una encendida defensa de la candidata, combinada con mordaces ataques a Trump. "Kamala no nació en un entorno privilegiado, se crió en una familia de clase media. Trabajó en McDonald´s cuando estaba en la universidad para pagarse los gastos. No fingió trabajar en McDonald´s cuando estaba cerrado", dijo en alusión a la parada de campaña del expresidente del pasado domingo. "Ella no va a estar centrada en sus problemas, en su ego, en su dinero. Estará centrada en ti", dijo Obama.

Con su dominio de la oratoria y su ingenio, lanzó algunos dardos al republicano: "¿Habéis visto a Donald Trump últimamente? Está ahí fuera dando discursos de dos horas, con ensaladas de palabras. 

El otro día dijo que el 6 de enero era el día del amor. Lo dijo como si fuera Woodstock o Coachella. Si tu abuelo actuara así, llamarías a tu hermano, llamarías a tu primo y le dirías: ´Oye, ¿te has fijado en el abuelo? Está actuando un poco raro", dijo, provocando risas entre los asistentes.

Al tiempo, lanzó advertencias serias sobre el rival de Harris. "Últimamente, algunas de las personas que mejor conocen a Donald Trump han estado diciendo en términos inequívocos que no debería volver a ser presidente", subrayó, en referencia al antiguo jefe de gabinete del candidato republicano, John Kelly, y al ejefe del Estado Mayor, Mark Milley, que le han descrito como un fascista. "Sirvieron a mis órdenes cuando yo era comandante en jefe. Es gente seria". 

TRUMP, MÁS INESTABLE 

Opuso una vez más sus orígenes de clase media con los de Trump, "que tenía 400 millones de dólares servidos en bandeja de plata, y aun así se las arregló para declararse en quiebra seis veces". "Habla de ser un buen hombre de negocios. ¡Venga ya!". Contrapuso sus propuestas fiscales y económicas, habló del aborto y tuvo un mensaje especial para los jóvenes antes de volver al ataque contra el expresidente.

"No estamos en 2016 ni en 2020. Lo que está en juego es aún más importante, porque en los últimos años, y en particular en los últimos ocho años, Donald Trump se ha vuelto más confuso, más inestable y más enfadado. Se ve todos los días. Está cada vez más desquiciado. Pero la última vez, al menos, había gente a su alrededor que podía controlarlo. Pero en estas elecciones, no están con él", indicó, antes de referirse a los antiguos miembros del equipo del exmandatario que han hablado de su evocación de Hitler, de recordar que él dijo que sería "dictador el primer día", que se refiere a sus rivales políticos como "el enemigo interno" y habla de usar a los militares contra ellos.