Una investigación de casi dos años, realizada por senadores demócratas sobre la ética en la Corte Suprema, detalla más viajes de lujo del juez Clarence Thomas e insta al Congreso a establecer un método para hacer cumplir un nuevo código de conducta.
Parece poco probable que se avance en este asunto, ya que los republicanos se preparan para tomar control del Senado en enero, lo que subraya los obstáculos para imponer restricciones en una rama independiente del gobierno, aun cuando la confianza pública en la corte ha caído a mínimos históricos.
En el informe, de 93 páginas, publicado el sábado por la mayoría demócrata del Comité Judicial del Senado, se encontraron más viajes realizados por Thomas en 2021, los cuales no fueron reportados en su formulario anual de divulgación financiera: un vuelo en jet privado a los Adirondacks de Nueva York en julio y un viaje en jet y yate a la ciudad de Nueva York patrocinado por el multimillonario Harlan Crow en octubre, una de las más de dos docenas de ocasiones, detalladas en el informe, en que Thomas realizó viajes de lujo y recibió regalos de benefactores adinerados.
La corte adoptó su primer código de ética en 2023, pero deja el cumplimiento en manos de cada uno de los nueve jueces.
"El más alto tribunal del país no puede tener los más bajos estándares éticos", dijo en un comunicado el presidente del comité, el senador de Illinois, Dick Durbin. Durante mucho tiempo, ha pedido un código de ética de cumplimiento obligatorio.
Los republicanos afirmaron que la investigación es una manera de socavar a la corte, de mayoría conservadora, y todos los republicanos del comité protestaron por la autorización de citaciones judiciales para Crow y otros miembros como parte de la investigación. Ningún republicano firmó el informe final, y no se esperaba que ellos emitieran un reporte formal.
Thomas señaló que no estaba obligado a divulgar los viajes que él y su esposa, Ginni, hicieron con Crow porque el gran donante es un amigo cercano de la familia, y la divulgación de ese tipo de viajes no era obligatoria. El nuevo código de ética sí la exige explícitamente, y Thomas ha informado sobre algunos viajes pasados. Crow ha mantenido que nunca ha hablado con su amigo sobre asuntos pendientes ante la corte.
El informe se remonta al juez Antonin Scalia, y se afirma que él "estableció la práctica" de aceptar regalos no divulgados y cientos de viajes durante las décadas que trabajó en el tribunal. La fallecida jueza, Ruth Bader Ginsberg, y el juez retirado, Stephen Breyer, también realizaron viajes subvencionados, pero los divulgaron en sus formularios anuales, de acuerdo con el documento.