BOCA CHICA, Texas.- SpaceX lanzó el martes un nuevo cohete Starship, pero tomó la decisión de no realizar el intento de utilizar enormes brazos mecánicos para recuperar el propulsor.
A diferencia de la prueba exitosa del mes pasado, en esta ocasión se dirigió al propulsor para que cayera en aguas del Golfo de México. El intento de captura fue cancelado por razones no especificadas apenas cuatro minutos después del inicio del vuelo de prueba, realizado desde Texas. El propulsor impactó en el agua tres minutos más tarde.
No se cumplieron todos los criterios para la captura del propulsor, por lo que el director de vuelo no le ordenó al propulsor que regresara a la plataforma de lanzamiento, dijo el portavoz de SpaceX, Dan Huot. No especificó qué fue lo que salió mal.
Al mismo tiempo, la nave espacial vacía que se lanzó desde Texas en la parte superior del Starship surcó a través del Golfo de México para iniciar su viaje prácticamente alrededor del mundo, similar al vuelo de prueba del mes pasado. Rozando el espacio, la pequeña y brillante nave tenía como objetivo el océano Índico para un controlado, pero destructivo, final.
Se trata del más reciente vuelo de prueba para el cohete más grande y poderoso del mundo, el cual SpaceX y la NASA esperan utilizar para llevar a astronautas de regreso a la luna y, eventualmente, a Marte.
SpaceX mantuvo la misma trayectoria de vuelo que la última vez, pero cambió algunos pasos , así como la hora de la prueba. El cohete Starship despegó hacia el final de la tarde en lugar de a primera hora de la mañana para asegurarse que hubiera luz de día en la otra parte del mundo para observar el descenso de la nave espacial.