San Francisco, CA.
Elon Musk subió al estrado para defender un tuit publicado en 2018 en el que afirmaba que había conseguido el financiamiento para comprar las acciones de Tesla, una transacción que nunca se concretó. El tuit derivó en un acuerdo de 40 millones de dólares con los reguladores de los mercados de valores.
Pero también dio lugar a una demanda colectiva en la que se le acusa de engañar a los inversionistas, lo que lo llevó a comparecer ante el tribunal durante media hora el viernes para dar su testimonio bajo juramento ante un jurado de nueve personas y una sala llena de medios de comunicación y otros espectadores.
El juicio se suspendió durante el fin de semana y Musk deberá volver el lunes para responder a más preguntas.
En su comparecencia en el estrado, Musk defendió su prolífica actividad tuitera como “la forma más democrática” de distribuir información, aunque reconoció que el límite de 240 caracteres de Twitter puede dificultar que todo se exprese con la mayor claridad posible.
“Creo que se puedes ser absolutamente sincero (en Twitter)”, afirmó Musk en el estrado. “¿Pero se puede ser exhaustivo? Por supuesto que no”.
El último dolor de cabeza de Musk se deriva de la inherente brevedad de Twitter, un servicio que ha estado dirigiendo desde que completó su compra por 44 mil millones de dólares en octubre.
El juicio se centra en si un par de tuits que Musk publicó el 7 de agosto de 2018 perjudicaron a los accionistas de Tesla durante un periodo de 10 días que condujo a que Musk admitiera que la compra que había previsto no iba a producirse.
En el primero de esos dos tuits de 2018, Musk escribió: “financiamiento asegurado” para lo que habría sido la adquisición de Tesla por 72 mil millones de dólares, en un momento en el que el fabricante de automóviles eléctricos seguía lidiando con problemas de producción y valía mucho menos de lo que vale ahora. Pocas horas después, Musk publicó otro tuit en el que insinuaba que el acuerdo era inminente.
Cuando se hizo evidente que no había dinero para comprar las acciones de Tesla, Musk dejó la presidencia de la compañía, aunque siguió siendo su director general, como parte del acuerdo con la Comisión de Valores, sin reconocer ningún delito.
El multimillonario se presentó ante el tribunal con traje oscuro y corbata en el tercer día del juicio civil en San Francisco que su abogado intentó sin éxito trasladar a Texas, donde Tesla tiene su sede ahora, con el argumento de que la cobertura mediática de la tumultuosa adquisición de Twitter había contaminado a los miembros del jurado.