WEST PALM BEACH, Florida.- The Messenger, un ambicioso sitio web de noticias que se promocionaba como un medio digital apartidista y que invirtió unos 50 millones de dólares para impulsar su negocio, cerró sorpresivamente el miércoles luego de apenas ocho meses en operación.
CIERRE INMEDIATOEl fundador Jimmy Finkelstein envió un correo electrónico a los sorprendidos empleados en el que anunció el cierre inmediato, el cual significará la partida de unos 300 periodistas y otros trabajadores, según The New York Times, el medio que dio a conocer la noticia en primera instancia.
Jim LaPorta, reportero de The Messenger, dijo que él y otros compañeros se enteraron de su despido a través del Times y otros reportes noticiosos.
"Me acaban de despedir", publicó en X. "No hay finiquito. Cesará el seguro médico. Tengo que ir a limpiar mi escritorio a la oficina de Washington".
- Finkelstein señaló en su correo electrónico que no había compartido antes la noticia con los empleados porque estaba tratando desesperadamente de recaudar fondos suficientes para ser rentables, "literalmente hasta temprano esta mañana".
"Agotamos todas las opciones disponibles", escribió Finkelstein, quien dijo que estaba "personalmente devastado".
El miércoles por la noche solamente aparecían el nombre y una dirección de correo electrónico en el sitio web de The Messenger.
Finkelstein dijo en su correo electrónico que "los contratiempos económicos han dejado a muchas compañías de medios de comunicación luchando para sobrevivir".
De hecho, el colapso de The Messenger ocurre luego de despidos masivos en medios que solían ser poderosos e influyentes, incluido Los Angeles Times, que la semana pasada redujo en un 20% el tamaño de su redacción, así como Sports Illustrated y Business Insider. Recortes planeados también han provocado que muchos empleados dejen sus puestos de trabajo en otros medios, como el New York Daily News y la revista Forbes.
The Messenger se lanzó en mayo pasado y no escatimó en gastos —algunos dirían excesivos, tomando en cuenta el ambiente actual de los medios de comunicación— con la esperanza de convertirse en punto de referencia.
La empresa contrató a periodistas experimentados de grandes organizaciones, incluida The Associated Press, alquiló oficinas por varios millones de dólares en Nueva York, Washington D.C., y Florida, y se trazó el ambicioso objetivo de generar tráfico suficiente para llegar a una audiencia mensual de 100 millones de lectores.
A lo mucho, la pagina generó apenas una cuarta parte de eso. Nunca registró ganancias, y agotó sus fondos a medida que caían sus ingresos por publicidad.
Según los críticos, el de Finkelstein era un modelo de negocios obsoleto que dependía de la circulación en redes sociales y motores de búsqueda para atraer lectores.
BuzzFeed News, un medio digital ganador del Premio Pulitzer, también fue víctima de ese modelo. Su director general Jonah Peretti anunció en abril pasado que la página cerraría después de no registrar ganancias, argumentando que tardó en aceptar el hecho de que "las grandes plataformas no brindan la distribución ni el apoyo financiero requerido para respaldar el periodismo gratuito de primera clase construido expresamente para las redes sociales".