Washington
El gobierno de Estados Unidos restringirá el uso de herramientas de spyware comerciales que se han usado para espiar a defensores de derechos humanos, periodistas y disidentes en todo el mundo, de acuerdo con un decreto emitido el por el presidente Joe Biden.
La orden ejecutiva responde a preocupaciones en Estados Unidos y otras partes del mundo sobre programas que pueden capturar mensajes de texto y otros datos de celulares. Algunos programas, llamados de “cero clic”, pueden infectar un teléfono sin necesidad de que el usuario haga clic en un link malicioso.
Se sabe que gobiernos en todo el mundo, entre ellos Estados Unidos, también recopilan grandes cantidades de datos con motivos de inteligencia y vigilancia policial, incluyendo comunicaciones de sus propios ciudadanos. La proliferación de spyware comercial ha hecho que poderosas herramientas ya estén disponibles para los países más pequeños, pero también ha creado lo que los investigadores y defensores de derechos humanos advierten que son oportunidades de abuso y represión.
La Casa Blanca publicó el decreto antes de su segunda cumbre para la democracia de esta semana. La orden ejecutiva “demuestra el liderazgo de Estados Unidos y su compromiso en el avance de la tecnología para la democracia, incluyendo el contrarrestar uso indebido de spyware comercial y otra tecnología de vigilancia”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
EXCEPCIONESLa orden de Biden, promovida como una prohibición al uso de spyware comercial “que represente riesgos para la seguridad nacional”, permite algunas excepciones.
La orden exigirá que el titular de cualquier agencia estadounidense que use programas comerciales certifique que el programa no representa un riesgo de contrainteligencia significativo o cualquier otro riesgo de seguridad, informó un alto funcionario.
Entre los factores que se usarán para determinar el nivel de riesgo de seguridad está si un extranjero ha usado el programa para monitorear a ciudadanos estadounidenses sin autorización legal o para vigilar a defensores de derechos humanos u otros disidentes.
“Su intención es ser un estándar alto, pero también incluye medidas correctivas que pueden tomarse… en el que una empresa pueda argumentar que su herramienta no se ha usado de forma indebida”, dijo el funcionario que habló con la prensa bajo condición de anonimato apegado a las reglas de la Casa Blanca.