BROWNSVILLE, Texas
De acuerdo al boletín del Centro Nacional de Huracanes, (NHC, por sus siglas), de las 11:00 p.m. del sábado, se esperaba que el potencial ciclón tropical que se encontraba a 60 millas al sur-sureste del cauce del Río Grande, con vientos máximos sostenidos de 35 millas por hora, no llegó como se esperaba.
Las posibilidades de que se convirtiera en un ciclón tropical eran mínimas.
La tormenta tropical que no se disipó el sábado por la noche sin muchos problemas, pero podría llegar más tiempo lluvioso más adelante esta semana.
El viernes, el Centro Nacional de Huracanes pronosticó una onda tropical frente a la costa de México con el potencial de convertirse en la tormenta Danielle, emitiendo una advertencia de tormenta tropical desde la desembocadura del Río Grande hasta Port Mansfield.
pero el fuerte viento hizo que el pronóstico fuera complicado, dicen los meteorólogos, y se rompió sin dejar mucho legado.
“No se informó nada en absoluto” en cuanto a daños, dijo ayer Tom Hushen, coordinador de manejo de emergencias del condado de Cameron.
“Nos tomó por sorpresa allí por un tiempo, pero a veces eso sucede”, dijo el domingo Brian Mejía, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Brownsville. “El sistema entró en algunas condiciones un poco más desfavorables para el desarrollo de un sistema tropical de lo que realmente pensábamos. Esa fue la razón de la falta de intensificación”.
Los factores que complicaron la situación fueron, dijo Mejía, su proximidad al continente y Los fuertes vientos en el nivel superior del norte que estaban “ahogando” la tormenta.
“El viernes por la mañana se veía bastante bien y en ese momento estaba en un área realmente favorable, una posición favorable, por lo que el centro de huracanes envió el avión y lo actualizó a un potencial ciclón tropical”, dijo Mejía, según información difundida por el Diario The Monitor en su edición digital.
“Los modelos aún dudaban, o no dudaban, pero un poco escépticos, sobre si esto se convertiría o no en un sistema”, agregó. “Fue una tormenta muy difícil de pronosticar, en general”.
Esta semana podría traer aún más lluvia, ya que las temperaturas oscilan entre los 90 grados a lo largo de la costa y más de 100 grados más arriba en el Valle. Las posibilidades de tormentas eléctricas son del 20 al 30 por ciento de miércoles a viernes.
El sábado, el gobernador Greg Abbott realizó una llamada meteorológica en todo el estado con más de 350 funcionarios de respuesta de emergencia sobre no solo la amenaza tropical, sino también las tormentas severas pronosticadas desde el Panhandle de Texas hasta el norte de Texas a principios de esta semana.
Dijo que habló directamente con los jueces del condado Eddie Treviño Jr. del condado de Cameron y Richard Cortez del condado de Hidalgo.
“Insto a los tejanos a permanecer alerta sobre las condiciones climáticas cambiantes, tomar en serio las amenazas climáticas activas y prestar atención a la orientación de los funcionarios locales a medida que las tormentas que traen lluvias y preocupaciones por las inundaciones azotan nuestro estado”, dijo Abbott.
- SIN LLUVIAS EN EL VALLE
Aunque el Valle no recibió ninguna lluvia por la perturbación tropical que se disolvió el sábado por la noche, hubo buenas noticias de la otra perturbación tropical que trajo lluvia al sur de Texas el fin de semana anterior.
Mejía dijo que San Benito recibió de cinco a siete pulgadas de lluvia, el aeropuerto de Harlingen recibió más de dos pulgadas, el aeropuerto de Brownsville tuvo 1.55 pulgadas y el aeropuerto de McAllen tuvo de dos a cuatro pulgadas. Algunos lugares localizados tuvieron más lluvia que los sitios oficiales.
Por primera vez en un año, tanto los embalses de Falcón como los de Amistad aumentaron 3,0 pies entre el 14 y el 21 de agosto, y Amistad 3,82 pies durante el mismo período.
Amistad pasó del 30,3 por ciento lleno al 33,3 por ciento de su capacidad. Hace un año, estaba lleno en un 52,9 por ciento.