El Servicio Secreto ha reconocido que rechazó algunas solicitudes de la campaña del candidato presidencial republicano, Donald Trump, para aumentar la seguridad en sus eventos años antes del intento de asesinato.
Inmediatamente después del ataque del 13 de julio en un mitin, la agencia policial negó haber rechazado tales solicitudes, pero se retractó el sábado por la noche, una semana después del atentado contra Trump, reconociendo que rechazó algunas peticiones.
Es probable que este reconocimiento sea un tema clave de una audiencia en el Congreso el lunes, donde se espera que la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, comparezca ante los legisladores por las fallas de seguridad que permitieron a un hombre armado de 20 años subir al techo de un edificio cercano en el mitin de Trump en Butler, Pensilvania, y disparar su arma.
"El Servicio Secreto tiene una misión vasta, dinámica e intrincada. Todos los días trabajamos en un entorno dinámico de amenazas para garantizar que nuestros protegidos estén seguros en múltiples eventos, viajes y otros entornos desafiantes", dijo el portavoz de la agencia, Anthony Guglielmi, en un comunicado publicado anoche en el Washington Post. El periódico fue el primero en informar sobre la rectificación de la agencia, que según dijo se basó en preguntas detalladas enviadas a dicha oficina.
"En algunos casos en los que no se proporcionaron unidades o recursos especializados específicos del Servicio Secreto, la agencia hizo modificaciones para garantizar la seguridad del protegido", señaló Guglielmi. "Esto puede incluir la utilización de socios estatales o locales para proporcionar funciones especializadas o identificar alternativas para reducir la exposición pública de un protegido".
Después del intento de asesinato, cuando comenzaron a circular informes de que la agencia había negado las solicitudes de la campaña de Trump, Guglielmi emitió un desmentido.
Hay "una afirmación falsa de que un miembro del equipo del expresidente solicitó recursos de seguridad adicionales y que fueron rechazados", dijo Guglielmi en redes sociales. "Esto es absolutamente falso. De hecho, agregamos recursos, tecnología y capacidades de protección como parte del aumento del ritmo de viajes de campaña".
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, calificó lo ocurrido como un "fracaso", mientras que varios legisladores han pedido la dimisión de Cheatle. El Servicio Secreto ha dicho que ella no tiene intención de dimitir y, hasta el momento, conserva el apoyo del presidente Joe Biden y de Mayorkas.