- Washington
El presidente Joe Biden persuadió a los demócratas del Congreso a que proporcionen cientos de miles de millones de dólares para combatir el cambio climático. Ahora tiene ante sí otra tarea formidable: Incitar a los estadounidenses a que adquieran millones de automóviles eléctricos, bombas de calor, paneles solares y electrodomésticos más eficientes.
Es un reto de relaciones públicas que podría determinar si Estados Unidos alcanza la ambiciosa meta de Biden de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030.
El que el proyecto de ley sobre el clima —el cual fue aprobado en agosto con votos demócratas solamente— esté apoyado en créditos y reembolsos fiscales hizo que fuese más apetecible políticamente que las reglamentaciones que obligan a las industrias contaminantes a efectuar cambios masivos.
Pero también significa que la batalla del gobierno contra el cambio climático será librada de “hogar en hogar”, dijo Shannon Baker-Branstetter, que trabaja en asuntos de energía en el Center for American Progress (Centro para el Progreso Estadounidense), un organismo de investigación alineado muy de cerca con la Casa Blanca.
“Es muy gradual”, señaló. “Es por eso que requiere una estrategia de comunicación muy sofisticada”.
Biden reconoció la existencia del obstáculo durante una reunión reciente del gabinete mientras hablaba sobre los incentivos que estarán disponibles este año.
“La gente necesita saber cómo aprovechar estos beneficios que aprobamos. Nos corresponde a todos nosotros alrededor de esta mesa asegurarnos de que damos a conocer ese mensaje claramente”, manifestó.
ARMAN PLANLa Casa Blanca dice que está armando un plan para colaborar con gobiernos estatales, contratistas, vendedores al por menor e influencers de redes sociales con el fin de propagar el mensaje. “El disminuir los montos de las facturas de los servicios públicos va a ser un impulsor crucial”, dijo Josh Peck, alto asesor de políticas sobre asuntos de energías limpias.
Está colaborando también con Rewiring America, un organismo sin fines de lucro enfocado en formas de electrificar viviendas y negocios, y con compañías como Airbnb, Redfin y Lyft. Dentro de esas labores, Rewiring America creó una calculadora en línea que muestra a qué créditos o reembolsos podrían ser elegibles los propietarios de casas, dependiendo de sus ingresos y del código postal donde vivan.
Adquirir una bomba de calor o instalar paneles solares es “una línea de gastos mayores y una gran oportunidad para ahorrar”, dijo Ari Matusiak, fundador y director general del grupo. “Así que realmente es importante asegurar que la gente esté consciente de los recursos a su disposición y los beneficios que pueden poner en marcha en términos de lograr ahorros en las facturas de energía”.
Pero la Casa Blanca enfrenta una lucha cuesta arriba.
HAY RESPALDOLos sondeos muestran que, aunque los estadounidenses respaldan actuar para disminuir la velocidad del cambio climático, en general desconocen la Ley de Reducción de la Inflación, la cual incluye muchas cosas, entre ellas incentivos financieros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y se muestran escépticos del papel que ellos desempeñan en la crisis climática.
Una encuesta AP-NORC dada a conocer en septiembre, un mes después de que se promulgara la ley, halló que el 61% de los adultos estadounidenses dijeron que sabían de poco a nada sobre esa ley. Y a pesar de la inversión de miles de millones de dólares en soluciones para mejorar el clima, sólo una tercera parte dijo que ayudaría a mejorar el combate al cambio climático, y aproximadamente la mitad consideró que no haría ninguna diferencia.
La Casa Blanca dice no estar desconcertada por los resultados. La meta es asegurarse de que los consumidores conozcan los beneficios financieros de los productos eficientes en el consumo de energía cuando estén tomando decisiones cruciales sobre qué productos adquirir, señaló Peck.
“Uno de los retos aquí es tratar de reunirse con los consumidores donde estén cuando tomen decisiones acerca de estas compras”, indicó.
La mayoría de los adultos estadounidenses dicen que es improbable que instalen paneles solares o adquieran un vehículo eléctrico en los próximos tres años, según el sondeo AP-NORC. Entre ellos, aproximadamente la mitad dijeron que los incentivos financieros no representarán una diferencia en su decisión.