EL PASO, Texas.- En su retórica y en sus acciones antiinmigrantes, para el gobernador de Texas, Greg Abbott, no sólo basta establecer un "muro" fronterizo de alambre de púas en los límites con México, sino también hay que extenderlo a los límites con el estado de Nuevo México, que colinda con El Paso.
Las propuestas del mandatario van más allá de las barreras terrestres, ya que considera ampliar su polémico "muro acuático": las boyas en el cauce del río Grande que impiden que los migrantes atraviesen el caudal para ingresar a Texas.
"Hay personas que cruzan de México a Nuevo México y luego directamente a El Paso, y eso es algo con lo que tenemos que lidiar", dijo Abbott en una entrevista con la reportera de filiación conservadora Ally Bradley, de la cadena informativa NewsNation.
Abbott tiene planes de cercar la frontera entre los dos estados, de manera similar a cómo Texas ha instalado alambre de púas a lo largo de la frontera mexicana en Eagle Pass, Texas. Ese alambre, junto con otras barreras fronterizas instaladas como parte de la Operación Estrella Solitaria de Abbott, ha enfrentado desafíos en los tribunales, donde la administración de Biden ha argumentado que Abbott está excediendo su autoridad.
"Supongamos que Texas logra reducir la inmigración ilegal a un cero por ciento en nuestro estado, que es nuestro objetivo", dijo Abbott. "Todos esos terroristas, todos esos asesinos, todos esos violadores, simplemente pasarán por Nuevo México, Arizona y California".
Si bien no hay datos contundentes sobre si los inmigrantes cometen más delitos que los ciudadanos estadounidenses, algunos expertos han dicho que los datos que existen muestran que los inmigrantes cometen menos delitos que los ciudadanos.
Los cruces fronterizos han disminuido significativamente tras las acciones del presidente Joe Biden para disuadir los cruces ilegales. Pero Abbott afirma que los cruces fronterizos comenzaron a disminuir antes de eso, y que la inmigración históricamente tiene picos y valles a lo largo del año.