- WASHINGTON, DC
Las cifras que el inspector general de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa de Estados Unidos (SBA por sus siglas en inglés) dio a conocer el martes exceden por mucho las proyecciones previas de la agencia y dejan al descubierto la vulnerabilidad de los programas de Protección de Pago (PPP) y de Préstamo de Desastre por Daños Económicos por COVID-19 (COVID-EIDL por sus siglas en inglés), en especial durante las primeras etapas de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con el reporte del inspector general, "al menos el 17% de todos los fondos del COVID-EIDL y del PPP se entregaron a sujetos posiblemente fraudulentos".
Se estima que el fraude para el Programa de Préstamo de Desastre por Daños Económicos por COVID-19 excedió los 136.000 millones de dólares, lo que representa el 33% del total invertido en el programa, según el reporte. En tanto, el estimado de fraude del Programa de Protección de Pago es de 64.000 millones, según el inspector general.
UNA CIFRA SIN PRECEDENTESBob Westbrooks, quien fuera director ejecutivo de la Comisión de Rendición de Cuentas de Respuesta a la Pandemia, dijo en una entrevista que la cifra de 200.000 millones de dólares es "inaceptable, sin precedentes e inconmensurable". Westbrooks publicó la semana pasada el libro "Left Holding the Bag: A Watchdog´s Account of How Washington Fumbled its COVID Test".
"La rápida distribución de fondos y la integridad de los programas no son mutuamente excluyentes", dijo Westbrooks el martes. "El gobierno puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo. Deberían haber puesto en marcha controles básicos contra el fraude para verificar la identidad de las personas y asegurarse de que la ayuda destinada llegaba a las manos correctas".