- ALBUQUERQUE, Nuevo México
El Festival Internacional de Globos de Albuquerque ha llenado de colores el cielo de Nuevo México con un evento internacional que atrae a cientos de miles de espectadores cada año.
El festival comenzó el sábado al amanecer con un espectáculo de luces de drones y la ascensión masiva de globos aerostáticos. Durante nueve días, residentes locales y visitantes disfrutarán de un espectáculo de globos de colores y formas especiales.
El encuentro anual se ha convertido en un importante motor económico para la ciudad más grande del estado. El río Bravo (o Grande) y las montañas cercanas ofrecen un telón de fondo espectacular a la celebración, que comenzó en 1972 con unos pocos pilotos que lanzaron 13 globos desde un terreno baldío cercano a un centro comercial en las afueras de Albuquerque.
El festival se ha convertido en uno de los eventos más fotografiados del mundo, y ahora se lleva a cabo en el Balloon Fiesta Park. Los diseños de los globos han sido de animales de dibujos animados, de personajes de la Guerra de las Galaxias y hasta del oso polar de las golosinas de Klondike.
"Pero siguen apegándose a lo básico", manifestó el director del festival, Sam Parks, que vuela un aeróstato con forma de globo terráqueo inspirado en el que pilotó el difunto fundador del festival, Sid Cutter. "Añades calor a una gran bolsa de aire y subes".
Casi 830.000 personas de todo el mundo asistieron a la edición del año pasado. Entre los actos nocturnos programados figuran fuegos artificiales y globos luminosos, en los que se inflan globos aerostáticos y se iluminan desde tierra.
Unos 550 pilotos de globos se han inscrito para volar este año, tratando de aprovechar un fenómeno conocido como la "caja de Albuquerque", cuando el viento sopla en direcciones opuestas a diferentes elevaciones, lo que permite a los pilotos más hábiles llevar un globo de vuelta a un lugar cercano al punto de despegue.