Los clérigos negros que conocen a la vicepresidenta, Kamala Harris, ahora favorita para la nominación presidencial demócrata, se maravillan ante la fusión de tradiciones y enseñanzas que han moldeado su fe religiosa y sus valores de justicia social.
Es bautista, está casada con un judío, se inspira en la obra del reverendo Martin Luther King Jr. y está influenciada por las tradiciones religiosas de India –país natal de su madre– y de la Iglesia Negra.
“Ha tenido lo mejor de dos mundos”, dice su pastor de toda la vida, el reverendo Amos Brown, que dirige la Tercera Iglesia Bautista de San Francisco.
En entrevistas, líderes religiosos y teólogos dijeron a The Associated Press que la candidatura de Harris tiene un significado simbólico especial tras la salida del presidente Joe Biden de la campaña electoral. No sólo porque sería la primera mujer presidenta del país, sino porque es una estadounidense negra con raíces sudasiáticas, y sus dos culturas están intrínsecamente unidas.
El clero y los académicos señalaron que el concepto de resistencia no violenta —una estrategia fundamental en el Movimiento por los Derechos Civiles de Estados Unidos— ganó influencia bajo el liderazgo de Mahatma Gandhi en India, que fue una inspiración durante muchas décadas para los predicadores negros y los líderes de los derechos civiles de Estados Unidos. Gandhi era un hindú que predicaba la unidad hindú-musulmana.
“Puede que sea a través de los negros como se transmita al mundo el mensaje no adulterado de la no violencia”, dijo Gandhi en 1935 a una delegación visitante encabezada por el destacado teólogo negro estadounidense Howard Thurman.
Esos vínculos culturales compartidos también se encuentran en la historia familiar de Harris. Su abuela materna fue organizadora comunitaria, y su abuelo, P.V. Gopalan, fue un funcionario que se unió a la resistencia para conseguir la independencia de India.
La madre de Harris, Shyamala Gopalan, incluso conoció a King cuando era estudiante de posgrado en la Universidad de California, campus Berkeley, donde participó en manifestaciones por los derechos civiles.
“Era consciente de la historia, consciente de la lucha, consciente de las desigualdades. Nació con un sentido de la justicia impreso en el alma”, escribió Harris sobre su madre en su libro de 2019 “The Truths We Hold”.
La tradición de la Iglesia Negra también marcó a Harris.
“La vicepresidenta tiene una fuerte fe cristiana de la que ha hablado mucho”, explicó Jamal Simmons, hijo de un pastor y exdirector de comunicaciones de Harris. Como estratega demócrata, ha ayudado a candidatos a abrirse camino entre las comunidades religiosas.
“Se crio en una iglesia cristiana, y asistió a iglesias cristianas durante toda su vida, y creo que eso sigue influyendo en ella, en su visión del mundo y en sus compromisos éticos”, dijo.
El reverendo Freddie D. Haynes III, pastor en Dallas, conoció a Harris en la Tercera Iglesia Bautista de San Francisco, donde forjaron una amistad de más de 30 años.
Haynes, cuya familia está estrechamente vinculada a la Tercera Iglesia Bautista, predicaba como invitado mientras visitaba a su madre. Harris, entonces fiscal de distrito del condado de Alameda, acababa de unirse a la congregación.
“Ella siempre ha entendido que Jesús y la justicia van de la mano. Así que no es difícil entender por qué eligió una iglesia que tiene ese ADN de justicia”, dijo Haynes, cuyo abuelo dio forma a la identidad de justicia social de la Tercera Iglesia Bautista como su pastor. Posteriormente, su padre la perpetuó durante su breve estancia en el púlpito.
A lo largo de los años, Haynes y Harris conectaron por su fe común. Haynes dijo que admiraba su capacidad para mezclar la teología cristiana negra en el púlpito con la cadencia y el ritmo del hip hop. Lo que le llamó la atención de Harris fue su compromiso de servir a los más vulnerables.
“Su espiritualidad ha estado marcada por un sentido de justicia hacia los marginados, los desfavorecidos y los que son tratados como ciudadanos de segunda clase”, afirma Haynes, que dirige la Iglesia Bautista Friendship-West de Dallas.
Como estudiante de la Universidad Howard de Washington D.C., Harris se vio inmersa en un entorno cultural influido por una profunda fe. El compañerismo y el sentido de solidaridad que aprendió en su alma mater son claves para entender la espiritualidad que impulsa su propósito, afirma Matthew Watley, pastor de la cercana Kingdom Fellowship AME, una de las iglesias de más rápido crecimiento de Estados Unidos.
Watley dijo que el compromiso de Howard con servir a través de la pasión religiosa y el talento académico nunca abandona a sus estudiantes. Varios de los amigos de Harris, incluida una compañera del linaje de la Alpha Kappa Alpha Sorority Inc., rinden culto en Kingdom Fellowship, adonde Harris ha asistido dos veces en los últimos años.
Joshua DuBois, exdirector de la Oficina de Asociaciones Religiosas y Vecinales de la Casa Blanca, dijo que debido a la influencia de las tradiciones culturales y religiosas orientales y occidentales, Harris emana una especie de ecumenismo que hace que su candidatura sea atractiva para una serie de votantes religiosos.
AVALANCHA DE APOYOSLa reverenda Traci Blackmon, que se unió a 4,000 clérigos negros en un reciente llamado a favor de Harris, dijo que la avalancha de apoyo que recibe está relacionada con la previsible hostilidad y oposición a la que habrá de enfrentarse en una eventual contienda contra el expresidente Donald Trump.
“Debería ser presidenta porque está calificada, preparada y es la mejor candidata para el puesto”, dijo Blackmon, ministro de la Iglesia Unida de Cristo, con sede en St. Louis, que habló con la AP mientras Harris recibía el apoyo de los delegados.
La convocatoria fue organizada por el Black Church PAC, cofundado por el reverendo Michael McBride, partidario de Harris desde hace tiempo y pastor del centro cristiano The Way, de Berkeley.