- En una tercera votación tuvo incluso menos votos y entonces la cámara suspendió actividades hasta el miércoles.
McCarthy había prometido una “batalla en el pleno” durante todo el tiempo que fuera necesario para superar a sus colegas republicanos que se negaban a darle sus votos.
Pero no estaba nada claro cómo podría recuperarse el asediado líder republicano tras convertirse en el primer candidato a presidente de la Cámara de Representantes en 100 años que no recibe el visto bueno de sus compañeros de partido en la votación inicial.
Sin un presidente, la Cámara de Representantes no puede constituirse plenamente, y tampoco puede juramentar a sus miembros, nombrar a los presidentes de sus comisiones, iniciar los procedimientos en el recinto ni emprender investigaciones sobre el gobierno de Biden.
“Todos hemos venido aquí para que se hagan las cosas”, comentó el representante Steve Scalise, el segundo republicano de mayor rango en la cámara baja, en un discurso en el que instó a sus colegas a abandonar su protesta.
Fue un inicio caótico para el nuevo Congreso, que se dirigía a un camino enredado con una mayoría republicana en la Cámara de Representantes. Una nueva generación de republicanos conservadores, muchos de ellos partidarios de la agenda del expresidente Donald Trump, quieren poner de cabeza Washington y estaban comprometidos a evitar el ascenso de McCarthy si no hay concesiones a sus prioridades.