Phoenix, AZ.
Una corte de apelaciones de Arizona rechazó la impugnación de la excandidata republicana Kari Lake a su derrota en las elecciones para gobernadora de Arizona frente a la demócrata Katie Hobbs, denegando su petición de anular los resultados electorales en el condado más poblado del estado y celebrar de nuevo las elecciones.
En su fallo, la Corte de Apelaciones de Arizona señaló que Lake, que alegó que los problemas con las impresoras de papeletas en algunos centros de votación el día de las elecciones fueron el resultado de una conducta intencionada, no presentó pruebas de que los votantes cuyas papeletas no podían ser leídas por los tabuladores en los centros de votación no pudieran emitir su voto.
El tribunal dijo que incluso un testigo llamado por Lake a declarar había confirmado que las papeletas que inicialmente no podían ser leídas en los colegios electorales fueron contabilizadas a fin de cuentas.
Y aunque un encuestador que testificó a favor de Lake afirmó que los problemas en los colegios electorales habían privado del derecho de voto a suficientes votantes como para cambiar el resultado a favor de Lake, el tribunal dijo que sus conclusiones carecían de fundamento.
La corte escribió que la apelación de Lake fracasó porque las pruebas apoyan la conclusión de que “los votantes pudieron emitir su voto, que los votos se contaron correctamente y que ninguna otra base justifica la anulación de los resultados electorales”.
Poco después del fallo, Lake tuiteó: “Les dije que llevaríamos este caso hasta la Corte Suprema de Arizona, y eso es exactamente lo que vamos a hacer. Abróchate el cinturón, Estados Unidos”.
Lake, que perdió ante Hobbs por poco más de 17.000 votos, fue una de las republicanas que más promovió las mentiras electorales del expresidente Donald Trump en 2022, que ella convirtió en la pieza central de su campaña. Aunque la mayoría de los otros negacionistas electorales de todo el país reconocieron sus derrotas en las contiendas de noviembre, Lake no lo hizo.