Juez bloquea orden sobre uso de armas

Prohibe que Filadelfia implemente la ley luego de un cuestionamiento legal, citando una ley que rechaza que una ciudad apruebe medidas de control de armas

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Un juez bloqueó la implementación de una orden ejecutiva del alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, la semana pasada que proscribió portar armas de fuego y otras armas letales en espacios recreativos municipales, incluyendo parques, canchas de baloncesto y piscinas.

El juez Joshua Roberts prohibió “permanentemente” que Filadelfia implemente la orden, luego de un cuestionamiento legal, citando una ley de Pensilvania que prohíbe que una ciudad o condado apruebe medidas de control de armas, reportó el diario The Philadelphia Inquirer.

Gun Owners of America, una organización que defiende los derechos de los dueños de armas de fuego, presentó a nombre de varios residentes del estado una demanda inmediatamente después que Kenney firmó la orden, el último esfuerzo de funcionarios de Filadelfia para regular las armas dentro de los límites municipales. 

Los abogados de la ciudad habían argumentado que la ciudad, como dueña de las instalaciones, tenía derecho a administrarlas, y que eso distinguía la orden de legislaciones previas aprobadas por el concejo municipal y rechazadas por las cortes.

Andrew Austin, que representó a los demandantes, dijo en una declaración que se sentía satisfecho por la rápida decisión de la corte. Pero dijo que se debió “en gran parte a que la ley es tan explícita: la ciudad no tiene permiso para regular la posesión de armas de ninguna manera”.

“Es desafortunado que el alcalde y la municipalidad estén dispuestos a desperdiciar su tiempo y el dinero del contribuyente en ese tipo de medidas ‘para tener la conciencia tranquila’”, dijo Austin. “Eso no fue sino una nota de prensa y no habría respondido en modo alguno a la crisis de crimen en nuestra ciudad”.

El portavoz de Kenney, Kevin Lessard, dijo que los funcionarios están revisando la decisión y estaban decepcionados por el resultado que “impide que los empleados municipales hagan el pedido razonable de que cualquiera que tenga un arna de fuego o letal abandone una instalación recreativa”.