Scott James Eizember, de 62 años, recibió una inyección letal en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma en McAlester y fue declarado muerto a las 10:15 de la mañana.
Una vez que las drogas letales comenzaron a fluir, se podía ver a Eizember, de barba corta, charlando con su consejero espiritual, el reverendo Jeffrey Hood, que estaba dentro de la cámara de ejecución con él. Levantó la cabeza en un momento y dijo “los amo” al dirigirse a su hija y los abogados que se encontraban entre las 17 personas sentadas en la sala de testigos.
La respiración de Eizember se hizo dificultosa y fue declarado inconsciente a las 10:07 de la mañana. Pareció dejar de respirar a las 10:10 y declarado muerto cinco minutos después.
Los abogados de Eizember no negaron que él mató a A.J. Cantrell, de 76 años, y su esposa, Patsy Cantrell, de 70, el 18 de octubre de 2003. Pero el mes pasado indicaron ante la Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado que el doble asesinato no fue planeado y que su vida aún tenía valor.
- La junta rechazó una recomendación de clemencia en una votación de 3-2.
Después de la ejecución, varios miembros de la familia Cantrell hablaron del dolor con que han lidiado familia y expresaron su preocupación por el tiempo que llevó ejecutar a Eizember.
“Después de vivir esta pesadilla, debo decir que 20 años es demasiado tiempo para que se haga justicia”, dijo Johnny Melton, sobrino de la pareja asesinada, en un comunicado leído en nombre de la familia.