Por primera vez, más de la mitad de los estadounidenses apoya la construcción de un muro en la frontera sur para frenar la inmigración. En concreto, el 53% de la población favorece esta medida, según una encuesta de Gallup publicada el pasado viernes. El porcentaje representa un aumento de 13 puntos con respecto a 2019, la última vez que la empresa encuestadora incluyó el muro en su sondeo anual sobre migración, realizado desde 1965. Además, el 77% caracteriza la situación en la frontera de Estados Unidos con México como "una crisis" (el 42%) o "un problema grave" (35%). Las cifras se enmarcan en un fuerte aumento en el número de personas —independientemente de su afiliación política— que prefieren menos inmigración al país y reclaman medidas más amplias con ese fin.
En su conjunto, los resultados del sondeo reflejan cómo el electorado estadounidense ha adoptado una postura más dura frente a la inmigración en medio de una campaña electoral en la que el tema ha sido uno de los principales focos de ambos partidos. Para empezar, un número significativamente mayor de adultos estadounidenses que hace un año, el 55% frente al 41%, desearía que disminuyera la inmigración a Estados Unidos. Según Gallup, ese dato refleja la primera vez desde 2005 que una mayoría de estadounidenses desea que haya menos inmigración, y la cifra de este año es el mayor porcentaje que mantiene esa opinión desde el 58% en 2001. El máximo histórico fue del 65%, registrado en 1993 y 1995.
Y aunque el 64% de los encuestados opina que la migración es algo bueno para el país, ese porcentaje cayó 4 puntos con respecto al año pasado y 13 con respecto a 2020, cuando alcanzó su pico del 77%. Mientras, aumentó el porcentaje de aquellos que lo ven como algo malo, del 27% al 32%, aunque la cifra se mantiene lejos del máximo registrado en 2002 —42%— después de los atentados terroristas del 9/11.
La encuesta, llevada a cabo entre el 3 y 24 de junio, también incluyó preguntas sobre otras propuestas para hacer frente a la inmigración, además de la construcción del muro en la frontera sur. Todas las respuestas reflejan la tendencia contraria a la inmigración. Por ejemplo, el 47% de las personas encuestadas son partidarias de deportar a su país de origen a todos los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos, un 10% más que en 2019. Por partido, el 84% de los republicanos favorece esta medida, algo que no sorprende dado que Donald Trump, el candidato del Partido Republicano a las elecciones del próximo noviembre, ha prometido llevar a cabo la "mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos" si vuelve a la Casa Blanca.
Además, el 76% de las personas encuestadas opina que se deben contratar un número significativamente mayor de agentes de la patrulla fronteriza, un 1% más que hace cinco años. En cuanto a establecer una vía hacia la ciudadanía para los inmigrantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos, el 30% está en contra, 12% más que en 2019. Visto de otra manera, el número de personas a favor de esta medida cayó del 81% al 70% en el mismo periodo. Y el porcentaje de la población que no están de acuerdo con permitir que los inmigrantes que fueron traídos a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños —los llamados dreamers— tengan la oportunidad de convertirse en ciudadanos estadounidenses si cumplen ciertos requisitos durante un periodo de tiempo aumentó cuatro puntos, de 15% a 19%.