El tráfico ilegal de drogas, armas y dinero está en auge. Y la guerra que mantiene Estados Unidos contra el fentanilo, la sustancia más mortífera para los adultos estadounidenses, parece que no tiene fin. Casi 74.000 personas murieron en 2022 por sobredosis de fentanilo y otros opioides sintéticos, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. Esto es un récord histórico que se ha convertido en tema de múltiples campañas políticas e importantes esfuerzos diplomáticos de la Administración de Joe Biden. Es en este contexto que un trío bipartidista de la Cámara de Representantes presentó el miércoles 10 de julio un proyecto de ley destinado a combatir el flujo de fentanilo en la frontera sur de Estados Unidos.
El proyecto de ley Stop Fentanyl at the Border Act (Ley para Detener el Fentanilo en la Frontera) fue presentado por los representantes Eric Sorensen (demócrata por Nuevo México), Gabe Vasquez (demócrata por Illinois) y Lori Chavez-DeRemer (republicana por Oregón). Este se suma a una iniciativa previamente introducida en el Senado por Bob Casey, donde se puede leer que México es la principal vía de entrada de esta potente sustancia al territorio estadounidense.
La nueva iniciativa asignaría 5.000 millones de dólares para abordar la crisis del fentanilo en la frontera sur de Estados Unidos. En el texto indican que esta iniciativa reduciría el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos y tomaría medidas contra la delincuencia, proporcionando la financiación, la tecnología y el personal que tanto se necesitan en los puertos de entrada y salida de mercancías. El proyecto de ley también plantea que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley puedan ampliar enormemente la capacidad de escanear vehículos y cargamentos para detectar contrabando antes de que entre en el país, lo que otorgaría acceso a los suministros que los cárteles de la droga utilizan para cometer actos violentos y delitos, e impediría que el fentanilo y otras drogas ilícitas crucen al país.
Un dato que ayuda a entender la magnitud de la crisis de fentanilo en Estados Unidos es el que arroja la plataforma Gun Violence Archive; en 2021 se registraron 21.068 casos de personas que murieron como consecuencia de la violencia armada, el año con mayor número de muertes de ese tipo. Esa cifra supone menos de un tercio de las muertes causadas por la epidemia de opioides del país.
Esta alianza entre los congresistas Sorensen, Vasquez y Chavez-DeRemer no es un hecho aislado. Surge a tan solo dos meses de las elecciones en Estados Unidos, justo cuando los tres políticos buscan ser reelegidos en sus respectivos cargos. Este momento estratégico es ideal para abordar dos temas centrales de la contienda de 2024: la inmigración y la crisis de los opioides.
Los estadounidenses acudirán a las urnas el próximo martes 5 de noviembre para decidir la dirección que su Gobierno tendrá en los próximos dos años. Las elecciones intermedias de 2024 se concentran, principalmente, en la selección de candidatos para ocupar los 435 escaños en el Senado y la Cámara de Representantes. Además, este año también se elegirán delegados para el Distrito de Columbia y los territorios insulares habitados, como Puerto Rico, Guam, las Islas Vírgenes, Samoa Americana y las Islas Marianas delNorte.