La inflación ha cambiado la manera en que muchos estadounidenses compran. Ahora, esos cambios en los hábitos de consumo ayudan a reducir la inflación.
Hartos de que los precios se mantengan, en promedio, alrededor de un 19% por encima de lo que estaban antes de la pandemia, los consumidores contraatacan. En las tiendas de comestibles, cambian las marcas reconocidas por artículos de marca propia —también llamada marca blanca, marca privada o marca de distribuidor—, compran en tiendas de descuento o simplemente compran menos artículos como bocadillos o alimentos gourmet.
Cada vez más estadounidenses también compran autos usados, en lugar de nuevos, lo que obliga a algunas concesionarias a ofrecer descuentos en autos nuevos otra vez.
Pero la creciente oposición de los consumidores a lo que los críticos condenan como un aumento de precios desproporcionado ha sido más evidente en el caso de los alimentos y de bienes de consumo como toallas de papel y servilletas.
En los últimos meses, la resistencia de los consumidores ha llevado a las grandes empresas de alimentos a responder reduciendo drásticamente sus aumentos de precios desde los máximos de los últimos tres años. Esto no significa que los precios de los comestibles volverán a caer a los niveles de hace unos años, aunque en el caso de algunos productos —incluidos los huevos, las manzanas y la leche— los precios están por debajo de sus máximos. Pero los aumentos menores de los precios de los alimentos deberían ayudar a enfriar aún más la inflación general, que ha caído drásticamente desde un máximo del 9,1% en 2022 hasta el 3,1%.
PEGA A BIDEN- La frustración pública con los precios se ha convertido en un tema central en la candidatura del presidente Joe Biden para la reelección. Las encuestas muestran que, a pesar de la dramática reducción de la inflación, muchos consumidores están descontentos de que los precios todavía sean mucho más altos que antes de que la inflación comenzara a acelerarse en 2021.
Biden ha hecho eco de las críticas de muchos economistas de izquierda de que las corporaciones aumentaron sus precios más de lo necesario para cubrir sus costos más elevados, y eso les permitió incrementar sus ganancias.
La Casa Blanca también ha atacado la "reduflación" —"shrinkflation", en inglés— que es cuando en lugar de aumentar el precio de un producto, una empresa reduce la cantidad dentro del paquete. En un video transmitido el domingo del Super Bowl, Biden denunció la reduflación como una "estafa".
DEBE BAJAR MÁSLa reacción de los consumidores contra los precios altos sugiere a muchos economistas que la inflación debería disminuir aún más. Eso haría que este episodio de inflación fuera marcadamente diferente de los debilitantes picos de precios de la década de 1970 y principios de la de 1980, que tardaron más en ser derrotados.