WASHINGTON
En una derrota para los derechos gay, la mayoría conservadora de la Corte Suprema determinó el viernes que una diseñadora gráfica cristiana que desea crear sitios web para bodas puede negarse a diseñar sitios para parejas del mismo sexo.
Sonia Sotomayor, que conforma los jueces liberales de la corte, escribió en su disconformidad que el efecto de la decisión es "marcar a los gays y lesbianas como de segunda clase" y que abre la puerta a otro tipo de discriminación.
La corte falló por seis votos contra tres a favor de diseñadora gráfica Lorie Smith a pesar de una ley de Colorado, donde reside, que prohíbe la discriminación sobre la base de orientación sexual, raza, género y otras características. Smith argumentó que la ley viola su derecho a la libertad de expresión.
Los adversarios de Smith advirtieron que un fallo a su favor permitirá a una gama de negocios negarse a atender a personas negras, judías o musulmanas, parejas entre personas de distintas razas o religiones o inmigrantes. Smith y sus partidarios argumentaron que un fallo en su contra obligaría a pintores, fotógrafos, escritores, músicos y otros artistas a realizar trabajos contrarios a sus creencias.
La abogada de Smith, Kristen Waggoner, dijo que la Corte Suprema tuvo razón al reafirmar que el gobierno no puede obligar a la gente a decir cosas en las cuales no creen.
"El disenso no es discriminación y el gobierno no puede calificar erróneamente la expresión de discriminación para censurarla", dijo en un comunicado.
El juez Neil Gorsuch escribió en nombre de los seis jueces de derecha que la Primera Enmienda constitucional, que garantiza la libertad de expresión, "concibe a Estados Unidos como un lugar fecundo y complejo donde todas las personas tienen la libertad de pensar y hablar como lo desean, no como exige el gobierno".