- AUSTIN, Texas
Mientras el fiscal general de Texas, Ken Paxton, se convertía en una figura importante del Partido Republicano, su esposa Angela entretenía a las multitudes con una guitarra y una canción.
Cuando llegó el momento para que la profesora de secundaria y orientadora vocacional lanzara su propia carrera política, un préstamo de 2 millones de dólares por parte de su esposo impulsó a Angela Paxton a una ajustada victoria para un escaño en el Senado estatal en los florecientes suburbios de Dallas. Una vez electa, presentó propuestas para ampliar las facultades de la oficina de su esposo, y aprobó presupuestos para su agencia estatal y su sueldo.
Ahora, la senadora Paxton es una figura clave en la siguiente fase del histórico juicio político a Ken Paxton: como "miembro del jurado" en un juicio en el Senado que podría poner a su esposo de vuelta en su cargo o expulsarlo de éste permanentemente.
Es un papel que plantea un problema ético sobre los procesos del Senado. La ley estatal obliga a todos los senadores a estar presentes, pero no dice nada sobre si Angela Paxton debe participar en el proceso contra su esposo.
Los 20 cargos presentados contra Ken Paxton incluyen acusaciones de abuso de su cargo y un comportamiento poco ético. Incluyen una acusación de soborno relacionada con una relación extramarital con la asesora de un senador estatal. Otro sugiere que Angela Paxton estuvo implicada en la instalación de encimeras de 20.000 dólares en su casa, pagadas por un donante político.
Angela Paxton no ha dicho si se abstendrá de participar en el juicio. Rechazó comentar al respecto cuando The Associated Press se lo preguntó afuera del recinto del Senado el lunes.
El legislador estatal Andrew Murr, quien encabezó la investigación de destitución en la Cámara de Representantes, se negó a decir si cree que Angela Paxton debería hacerse a un lado. El Senado es el encargado de imponer las reglas, comentó.