NUEVA YORK, NY.- Las pruebas de aguas residuales son muy eficientes para detectar infecciones de viruela símica, dijeron funcionarios de salud de Estados Unidos en un informe publicado el jueves, en el que se promueve el uso de esa técnica para detectar otras enfermedades.
Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos encontraron que, en una semana, había una probabilidad de 32% de que las pruebas detectaran la presencia de al menos una persona infectada con viruela símica en una población que podía ir de unos miles hasta millones de personas.
VIGILANCIA- Amy Kirby, que supervisa el trabajo de vigilancia de aguas residuales de los CDC, dijo que, al principio, no sabían si las pruebas funcionarían para detectar una enfermedad rara como la viruela símica.
"Resultó que funcionaron muy bien", afirmó.
Las probabilidades de que las pruebas puedan detectar infecciones aumentó cuando hubo un mayor número de personas infectadas. Cuando había 15 personas infectadas o más en una comunidad, la posibilidad de encontrar viruela símica en las aguas residuales fue de 76%.
El agua que corre por el lavabo, el drenaje de la ducha o el inodoro contiene fragmentos de virus o bacterias que se desprenden de la piel o que son eliminados en la orina o el excremento. En distintos estudios se ha mostrado que las pruebas de aguas residuales pueden ser un sistema de alerta temprana que indica que un patógeno ha entrado en una comunidad incluso antes de que los médicos comiencen a reportar casos.
Ciudades enteras pueden ser monitoreadas con una sola muestra, señaló Joshua Levy, investigador del Instituto Scripps de Investigación en California, que ha estudiado la vigilancia de aguas residuales y actualmente desarrolla tecnología relacionada.
"Es posible detectar casi todos los tipos de virus que hemos buscado", dijo Levy.
El sistema de vigilancia de Estados Unidos crece, pero no se ha unificado. Actualmente, 863 de los 3.143 condados, es decir, aproximadamente la cuarta parte, transmiten datos de aguas residuales a los CDC. Se trata de condados grandes que albergan a la mayoría de la población estadounidense, pero no se incluye a muchas casas rurales no conectadas a los sistemas municipales de alcantarillado.
Este enfoque de la detección de enfermedades adquirió relevancia en 2020, cuando funcionarios de salud comenzaron a hacer pruebas en aguas residuales en busca de evidencia genética del nuevo coronavirus.
Esto creció hasta convertirse en un elemento fundamental de los CDC para la detección del COVID-19, al tiempo que se reportan menos resultados de pruebas nasofaríngeas.
En 2022, los CDC comenzaron a trabajar con un pequeño grupo de ciudades para detectar también la poliomielitis en las aguas residuales. Ese mismo año se inició un nuevo programa para detectar la viruela símica, de la que hubo brotes en Estados Unidos y otros países.
En el nuevo estudio, los CDC analizaron muestras de aguas residuales de 89 sitios en 16 estados, obtenidas entre agosto de 2022 y mayo de 2023. Cuando se detectó ADN de viruela símica, los investigadores revisaron los casos reportados por los médicos "básicamente, para ver si estábamos viendo lo mismo", afirmó Carly Adams, miembro de los CDC y autora principal del estudio.
Esto no sólo funcionó, sino que este enfoque parece ser más sensible para la detección de la viruela símica que del COVID-19, dijeron funcionarios de los CDC. No obstante, dichos funcionarios advirtieron que es difícil realizar comparaciones directas debido a las diferencias entre los patógenos y a qué tan adecuadamente diagnostican y reportan los médicos los casos de distintas enfermedades.