EL PASO, Texas.- La aparición de hasta veinte cráneos humanos en la localidad de Jal, Nuevo México, mantiene en vilo a las autoridades policiacas, quienes de inmediato iniciaron las investigaciones pertinentes.
Las autoridades señalan que el caso podría estar "estrechamente vinculado" con la desaparición de Ángela McManes en el año 2019, cuyo último lugar de residencia conocido estaba cerca de la dirección del sospechoso, donde se hallaron los cráneos y otros restos, según la información publicada por el Diario de El Paso, Texas.
La Oficina del Sheriff del condado de Lea informó que el 5 de noviembre un residente reportó haber tenido un "encuentro inquietante" al ofrecer un viaje a una persona desconocida.
El residente relató que el pasajero, quien llevaba dos bolsas, "Hizo declaraciones alarmantes y arrojó objetos desde el vehículo, algunos de los cuales parecían ser huesos humanos". Tras una búsqueda en la zona, las autoridades encontraron fragmentos óseos que un patólogo confirmó como restos humanos.
Posteriormente, se inspeccionó la vivienda donde el hombre había estado residiendo, descubriéndose más fragmentos óseos, incluyendo lo que aparenta ser evidencia de entre 10 y 20 cráneos humanos, según la oficina del sheriff.
Actualmente, los restos están siendo analizados para una posible identificación, mientras las autoridades trabajan para determinar la conexión entre los restos y McManes, así como con otras posibles víctimas. Jal se encuentra a unas 240 millas (386 kilómetros) de El Paso, Texas, donde el caso ha generado una gran expectativa en la comunidad.
Situado a una hora y quince minutos de Odessa, Jal es el hogar de poco más de 2,000 residentes, y este extraño hallazgo ha dejado a la comunidad conmocionada.
El subalguacil del condado de Lea, Michael Walker, expresó la naturaleza inusual del hallazgo, diciendo:
"Es la primera vez que veo algo de esta naturaleza fuera de un centro médico o un museo, donde la persona estaba en posesión de esqueletos humanos o cráneos humanos".
Walker explicó que las autoridades tuvieron conocimiento de los fragmentos de cráneo a través de un residente de Jal que informó de un inquietante encuentro con un hombre llamado Cecil Villanueva. El residente declaró que después de ofrecer a Villanueva un aventón, lo observó arrojando de su vehículo lo que parecían ser huesos humanos.
"Ninguno de ellos estaba intacto, por lo que se localizaron trozos, nada más que trozos", declaró el subalguacil Walker.
A raíz de este informe, los investigadores obtuvieron una orden de registro para una propiedad en South 4th Street, donde se alojaba Villanueva. Fue allí donde encontraron pruebas de fragmentos de huesos humanos, que posteriormente un patólogo confirmó que eran de cráneos humanos. No se encontraron más partes del cuerpo ni huesos en el lugar.