NUEVA YORK, N.Y.- La demanda del fiscal general de Nueva York contra la Asociación Nacional del Rifle no es una mera “cacería de brujas”, dictaminó el viernes un juez de Nueva York al desestimar las afirmaciones del grupo defensor de los derechos de armas de que el caso es una venganza política.
La decisión del juez de Manhattan Joel M. Cohen significa que la lucha legal de casi dos años puede continuar.
El fallo se produce después de que los tiroteos masivos del mes pasado en Nueva York y Texas reanimaron el debate sobre la política de armas de Estados Unidos y reenfocaron la atención en la NRA.
El caso de Nueva York comenzó cuando James, un demócrata, presentó una demanda que acusaba a algunos altos ejecutivos de la NRA de irregularidades financieras y buscaba disolver el grupo. El trabajo del fiscal general incluye la supervisión de organizaciones sin fines de lucro incorporadas en Nueva York, donde se constituyó la NRA en 1871.
En marzo, Cohen rechazó el intento de James de cerrar la NRA . Pero el juez dejó que el caso siguiera adelante, con la posibilidad de multas u otros remedios si prevalece el fiscal general.
La NRA acusó a James en un expediente judicial el año pasado de emprender “una campaña de represalia flagrante y maliciosa” debido a sus puntos de vista. El grupo trató de detener la demanda.
Cohen rechazó esos argumentos.
“La narrativa de que la investigación del fiscal general sobre estos asuntos innegablemente serios no fue más que una cacería de brujas políticamente motivada e inconstitucional simplemente no está respaldada por el registro”, escribió, y señaló que la investigación fue provocada por informes de mala conducta y “ descubrió evidencia adicional”.