Uno de los seis hombres acusados en Texas en relación con los 53 migrantes que fallecieron el año pasado dentro de un sofocante contenedor de un tractocamión se declaró culpable por su participación en la peor tragedia ocurrida en un intento de tráfico de personas desde México en la historia del país, informaron fiscales federales.
CONDENAChristian Martinez, de 29 años, representa la primera condena para el gobierno federal en el caso de la tragedia en San Antonio, en donde en junio de 2022 se localizó el camión en un camino remoto. Entre los fallecidos había ocho niños que viajaban dentro del contenedor bajo el sofocante calor de Texas y sin aire acondicionado.
Martinez se declaró culpable de cuatro cargos relacionados con el contrabando de personas y enfrenta la posibilidad de pasar el resto de su vida en prisión. Según registros de la corte, su audiencia de sentencia está programada para el 4 de enero.
David Shearer, abogado de Martinez, se negó a comentar.
Los fiscales dijeron que Martinez, residente de los suburbios de Houston, llevó al conductor del tractocamión a San Antonio para recoger el vehículo antes de que se dirigiera a la ciudad fronteriza de Laredo.
- Una vez allí, Homero Zamorano Jr. supuestamente subió a los migrantes al vehículo y regresó hacia el norte, mientras que Martinez y otros cuatro hombres intercambiaban mensajes para informar sobre el progreso del traslado.
Zamorano y los otros acusados siguen a la espera de juicio. Zamorano ya se ha declarado inocente.
Un acta acusatoria desprecintada en junio asegura que los hombres trabajaban en operaciones de tráfico de personas en Guatemala, Honduras y México. Supuestamente compartían rutas, guías, casas de seguridad, vehículos y contenedores, algunos de los cuales eran almacenados en un estacionamiento privado en San Antonio.
El camión estaba repleto con 67 personas, y entre los fallecidos había 27 mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños, señalaron las autoridades mexicanas.
Los migrantes pagaron a la organización hasta 15.000 dólares cada uno para ser llevados a Estados Unidos. El monto cubriría hasta tres intentos de ingresar al país, según el acta de acusación.