- RIO BRAVO, Texas
En una junta de emergencia realizada por la coalición No Border Wall, los residentes se sorprendieron al saber que el gobernador Abbott ha otorgado 361 millones de dólares en contratos desde el 4 de enero para destruir 16 millas de río cerca de sus hogares en los condados de Webb y Zapata, a un costo de casi 23 millones por milla en un muro fronterizo propuesto a lo largo del río Grande, un sistema fluvial muy deteriorado que sirve como la única fuente de agua potable de la frontera.
Realizarán audiencias públicas sobre muro en el sur de WebbAl igual que sus vecinos en El Cenizo, los residentes de Río Bravo expresaron su firme oposición a la construcción de un muro fronterizo de acero en su comunidad y discutieron la necesidad de mejores soluciones que sean menos costosas y menos destructivas para sus propiedades.
Citaron específicamente la demolición de casas abandonadas, el financiamiento de una fuerza policial moderna y bien dotada de personal para ambas comunidades del sur de Texas y el uso de tecnología comprobada para monitorear mejor la actividad criminal.
La alcaldesa interina, Amanda Agüero, abrió el evento y dio la bienvenida a los asistentes, explicando por qué la ciudad de Río Bravo no apoya un muro fronterizo de acero que atraviese la ciudad y corte el acceso al parque fluvial de la ciudad. Instó a los residentes a no firmar documento alguno del Estado, relacionado con servidumbres de paso o acceso a sus tierras, hasta que se hayan comunicado con un abogado de la coalición.
Otros oradores fueron el pastor David Delgado, de Rio Bravo Community Church; el veterano del ejército de EU, Valentín Ruiz, de Vets United to Stop the Wall; el poeta Jesse Herrera; la concejal de Laredo, Melissa R. Cigarroa y miembros del Rio Grande International Study Center.